Nuestra visita a Estambul fue muy breve, ya que aprovechamos una escala allí para conocer la ciudad.

Sandra ya la había visitado en otro viaje, así que hizo una pequeña selección de algunos de los sitios más importantes, teniendo en cuenta el tiempo que teníamos y que no podíamos alejarnos demasiado del centro histórico de la ciudad.

Sólo teníamos un día para visitarla y, aunque tratamos de optimizar el tiempo lo máximo posible, no pudimos ver  muchos de los imprescindibles de esta exótica ciudad.

Aprovechamos, por supuesto, para callejear y pasear disfrutando y saboreando la ciudad.

Mezquita Azul

La mezquita Azul, o mezquita del Sultán Ahmed, es la mezquita más famosa y visitada de Estambul.

Aunque fue construida por el Sultán Ahmed I, entre 1609 y 1616, fue inaugurada durante el mandato de Mustafá I, en el año 1617.

La mezquita se construyó frente a la basílica de Santa Sofía, donde estaba el Gran Palacio de Constantinopla. De hecho, una parte del templo se edificó sobre los cimientos de dicho palacio.

Como el sultán quería mostrar lo grandioso que era su imperio, mandó construir 6 minaretes en la mezquita. Esto generó una gran polémica, ya que La Meca tenía el mismo número de minaretes. La solución fue construir un séptimo minarete en La Meca.

Esta mezquita está formada por una sucesión de cúpulas, que van aumentando de tamaño hasta llegar a la gran cúpula central. Es el doble de grande que la basílica de Santa Sofía. De hecho, su inmenso tamaño hizo que fuese necesario derribar algunos de los edificios que estaban alrededor.

Se le conoce comúnmente como Mezquita Azul por el color de los azulejos que decoran su interior.

  • Horario: todos los días de 8:30 a 11:30, de 13:00 a 14:30 y de 15:30 a 16:45. Durante las horas de culto la mezquita está cerrada al turismo.
  • Entrada: es gratuita, se puede dar una pequeña donación a la salida para sufragar su mantenimiento.

Consejo: para entrar en cualquier mezquita de la ciudad, además de descalzarse antes de entrar, hay llevar ropa apropiada. Las mujeres deben llevar los hombros y el pelo tapado. En caso de que no lleves nada para taparte, en la entrada tienen diferentes prendas para dejar a los turistas para entrar.

Mezquita Santa Sofía

Santa Sofía, también llamada Ayasofya, fue la iglesia del Papa entre 1204 y 1261.

Tras 900 años siendo una iglesia, fue convertida en mezquita por el Imperio Otomano en 1453: construyeron cuatro minaretes a su alrededor, además de una escuela teológica y un comedor público.

En 1935, Atatürk transformó el templo en un museo, dejando de ser un edificio religioso.

Recientemente, en el 2020, ha sido convertida de nuevo en una mezquita.

Santa Sofía de Estambul es espectacular, tanto en su interior como en exterior. Lo más característico es su gran cúpula, de más de 30 metros de diámetro, que se puede ver desde varios puntos de Estambul.

En su interior destaca su sala principal, con unos grandes medallones y unas inmensas columnas que la rodean. Su tenue iluminación le da un aire místico y hacer que su belleza sea única. Se puede visitar la parte superior, donde se encuentran algunos mosaicos en los que aparecen el emperador Constantino o la emperatriz Zoe.

  • Horario: está abierta durante todo el día, excepto durante los cinco rezos diarios.
    Entrada: a nosotros nos costó 40 liras turcas (LT) por persona, pero, actualmente, cuesta unas 100 LT.

Mezquita de Rüstem Pasha

Es una mezquita otomana, construida entre 1550 y 1561, en memoria del gran visir Rüstem Pasha.

Se encuentra en la zona del antiguo mercado, junto al actual bazar de las especias.

Aunque no es uno de los monumentos más conocidos, es una pequeña mezquita de gran belleza, que merece la pena visitar.

A pesar de que en la distancia se ve majestuosa, es difícil encontrarla cuando paseas por sus calles, ya que se edificó sobre los soportales de los antiguos puestos del mercado. La entrada a la mezquita se hace desde la calle, subiendo unas escaleras, pero puede pasar desapercibida por encontrase junto al abarrotado bazar.

Al entrar, lo primero que te encuentras en un tranquilo patio, que te hace olvidar que te estás en uno de los lugares más bullicioso de la ciudad.

Fue una pena que estuviese en obras cuando la visitamos, ya que no pudimos disfrutar de su precioso interior por la cantidad de andamios que había.

Está decorada con azulejos Iznik, en una fusión de llamativos e intensos azules, que no dejan indiferente al visitante. Es una ornamentación espectacular y de mucha belleza.

  • Horario: está abierta durante todo el día para los turistas, excepto durante las horas de culto.
  • Entrada: es gratuita.

Vistas de la Torre de Gálata desde la orilla del Bósforo

Aunque no nos dio tiempo a cruzar el Bósforo para visitar la Torre de Gálata y el centro moderno de Estambul, desde la orilla, se tiene una vistas impresionantes de la ciudad.

Recomendamos pasear por el Puente de Gálata, lleno de lugareños pescando. También puedes pasear por su parte inferior, llena de restaurantes cuyo plato estrella es el famoso bocadillo de caballa.

Bazar de las especias

Junto al Puente de Gálata se encuentra el Bazar de las Especias, también llamado Bazar Egipcio.

Es uno de los mercados más antiguos de Estambul y uno de los mejores lugares de la ciudad para comprar productos típicos como especias, dulces o frutos secos.

Es un buen lugar para comprar estos productos típico, tanto para ti como souvenir.

Y, aunque no compres nada, es un placer para los sentidos pasear junto a sus puestos, donde el regateo es otra esencia más de este mercado.

  • Horario: está abierta de lunes a sábado de 9:00 a 19:00 horas. Los domingos está cerrado.
  • Entrada: es gratuita.

Degustar su gastronomía

No podíamos irnos de Estambul sin probar algunas de sus comidas más típicas.

Meatballs: En el avión, un local nos recomendó ir a un restaurante concreto donde ponían los típicos meatballs. Como turistas, no sabíamos que este plato era algo típico de Estambul, pero vimos varios restaurantes, la mayoría locales, que ofrecían este plato. Fuimos al restaurante que nos recomendó y lo recomendamos totalmente, tanto por lo rico que estaba este plato como por el ambienta local que había. No podemos deciros el cómo se llama el sitio, pero esta es su ubicación. Un plato de meatballs con 2 refrescos nos costó 40 LT.

Bocadillo de caballa: un imprescindible es probar el famoso bocadillo de caballa bajo el Puente Gálata. Un bocadillo de caballa con dos refrescos nos costó 14 LT.

Una taza de té: algo muy típico de Turquía es beber té, así que fuimos a una tetería, situada en un sitio muy peculiar. Se llama Türk Ocagi Cafe y se encuentra en mitad de un cementerio, en el centro de la ciudad. Dos tazas de té no costaron 7 LT.


Si tienes más tiempo, te recomendamos que visites:

  • Palacio de Topkapi
  • La cisterna de Basílica
  • El Gran Bazar
  • Un paseo el barco por el Bosforo
  • Torre de Gálata
  • La plaza Taksim
  • Palacio de Dolmabahçe

Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 21 días en Kirgistan, Tayikista+GBAO y Uzbekistan.