Todo lo bueno llega a su fin. Era nuestro último día de viaje en Samarcanda, así que aprovechamos para no madrugar demasiado y disfrutar tranquilos de un desayuno frente al Bibi Khanum.
Como no teníamos ninguna visita programada, simplemente decidimos pasear y ver de nuevo, desde la calle principal, el Registán y así despedirnos de esa imagen tan maravillosa.
Además, aprovechamos nuestras últimas horas en Samarcanda para acudir al mercado de Siyob y comprar algunos souvenirs gastronómicos. Tras recorrer tranquilos todos los puestos, nos decidimos por llevar azafrán y canela, un regalo útil que nunca defrauda.
A pesar de que, seguramente, nos inflaron un poco los precios por ser turistas, las compras fueron muy asequibles.
Una de las cosas que David suele hacer de viaje es cortarse el pelo en peluquerías locales. Es toda una experiencia para poder charlar con los locales y, de paso, hacer algo tan cotidiano como cortarse el pelo. La mayoría de las veces sin saber explicar cómo quieres que te corten, en la lengua local. En el mercado de Siyob había una peluquería y, por supuesto, entramos.
Como nos sucedió a lo largo del viaje, les creaba más curiosidad a los locales que a nosotros y varias personas entraron en la peluquería para ver cómo le cortaban el pelo.
Además, en el caso de Samarcanda, el corte nos costó unos 10.000 SOM (aprox 2,5€). Bastante más barato que en España…
Después de ponernos guapos en la peluquería, tomamos un helado en el bazar y nos despedimos de Samarcanda dando un paseo tranquilo por el centro. Estábamos tristes por acabar nuestras vacaciones, pero contentos de haber tenido la suerte de disfrutar de toda una experiencia de viaje.
Aún nos quedaba otra experiencia: dejar Uzbekistán. Fuimos al aeropuerto en taxi por unos 20.000 SOM (unos 5€).
Al salir del país, al igual que al entrar, te hacen un interrogatorio exhaustivo, preguntando los motivos de tu viaje, dónde has estado, teniendo que mostrar los correspondientes justificantes de todos los hoteles… Y, por supuesto, tienes que entregar la declaración de bienes en la que indicas cuánto dinero sacas del país y en qué monedas.
Finalmente, tras todos estos trámites, conseguimos que nos sellaran nuestro visado de salida de Uzbekistán.
Por todo lo anterior, te recomendamos que vayas al aeropuerto con más tiempo del habitual, ya que la burocracia anterior, al menos a nosotros, nos llevó más de 1 hora.
Despegamos desde Samarcanda con destino al aeropuerto Domodedovo de Moscú, donde cogeríamos otro avión que nos llevaría a Madrid. El primer trayecto lo hicimos con la compañía uzbeca Uzbekistan Airlines. Muy cómoda y totalmente recomendable. Desde Moscú a Madrid volamos con la compañía rusa S7 airlines, algo más incómoda, aunque también correcta y aun precio económico.
Tras llegar a Madrid, cogimos un autobús desde el aeropuerto de Barajas con destino Vitoria-Gasteiz, donde acabaron nuestras merecidas vacaciones.
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 21 días en Kirguistán, Tayikistán + GBAO y Uzbekistán.