Nuestra visita a Moscú fue muy breve, ya que aprovechamos una escala allí para conocer la ciudad.
Siempre habíamos querido ver la famosa Plaza Roja con la colorida catedral de San Basilio adornándola al fondo. Así que, cuando vimos que podíamos hacer una escala un poquito larga y de día, no lo dudamos.
Dejamos muchos sitios sin ver, ya que Moscú es un ciudad a la que dedicar más de un día. Fueron sólo 10 horas, pero fue suficiente para ver los sitios más representativos de Moscú.
Índice
Metro de Moscú
El metro de Moscú es famoso por sus estaciones, ya que algunas tienen decoraciones que te hacen sentir que estás en un museo o un palacio.
A pesar de estas preciosas y lujosas estaciones, a nosotros nos llamó más la atención el metro en sí. Los vagones, antiguos, con asientos acolchados de piel, los apliques de las luces y sus amarillentas paredes, te transportan a épocas pasadas.
Otro detalle que nos llamó la atención es la vigilancia del metro. Cuando bajas por las empinadas escaleras mecánicas, en la parte de abajo, entre las escaleras de bajada y de subida, hay una caseta con una señora en uniforme que, con cara de pocos amigos, va mirando, uno a uno, a cada persona que va bajando. Lo mismo ocurre cuando subes, ya que hay otra caseta en la parte de arriba con otra señora similar.
Nos resultó muy curioso, aunque también intimidante.
Algunas de las estaciones más importantes son: Mayakovskaya, Komsomolskaya, Novoslobodskaya, Arbatskaya y Ploshchad Revolyutsii.
Nosotros vimos dos estaciones:
- Ploshchad Revolyutsii: dedicada a los héroes de la antigua Unión Soviética, hay estatuas de soldados por toda la estación. La más famosa es la estatua de un soldado con su perro. Si te quedas un rato mirándola, verás que la gente, al pasar a su lado, toca el hocico del perro. Se supone que lo hacen para tener suerte.
- Komsomolskaya: con su decoración de estilo barroco parece que te encuentras en un palacio, no en una estación de metro.
Kilometro cero de Moscú
El Kilómetro Cero está en el lado noroeste de la Plaza Roja, fuera de la plaza.
Entrando a la Plaza Roja por la Puerta y Capilla Ibérica, justo antes de cruzar esta puerta, se encuentra en el suelo una placa que indica que se trata del Kilómetro Cero.
La Plaza Roja
Es un lugar imprescindible para visitar. La Plaza Roja es la plaza más famosa de Moscú, convirtiéndose en el corazón de Moscú y de toda Rusia.
Además, rodeándola, se encuentran algunos de los monumentos más importantes, como el Museo de Estatal de Historia, El Kremlin, el Mausoleo de Lenin y la Catedral de San Basilio.
El Museo Estatal de Historia, un emblemático edificio donde se expone la historia de Rusia, estaba cerrado, al igual que el Mausoleo de Lenin.
No poder visitar estos lugares fue una pequeña decepción para nuestra breve visita.
Una de las cosas que queríamos visitar era el Mausoleo de Lenin. Hubiese sido una oportunidad única de poder ver el cuerpo momificado de este dirigente. Si está abierto, la entrada es gratuita.
La traducción más precisa del nombre de esta plaza no es Plaza Roja, sino Plaza Hermosa, algo que es indudable después de verla.
Kremlin de Moscú
El Kremlin es una de las atracciones más emblemáticas de Moscú. Está situado en el centro de la ciudad, junto a la Plaza Roja.
Es un recinto delimitado por la Muralla del Kremlin y sus torres, llamadas, popularmente, las Torres del Kremlin. En su interior hay un conjunto de edificios administrativos y religiosos.
La palabra “Kremlin” significa Ciudad Fortificada y, aunque el Kremlin de Moscú es el más conocido de Rusia, otras ciudades rusas también tienen este tipo de recintos amurallados.
Dentro de este complejo hay cuatro palacios y cuatro catedrales.
Puedes ver la Catedral de la Asunción, la Catedral de la Anunciación, la Catedral del Arcángel, la Catedral de la Dormición, el Museo de la Armería, el Campanario de Iván el Grande y otros edificios que, por lo general, no se pueden visitar, como el Gran Palacio del Kremlin, el Palacio Estatal del Kremlin y la Residencia Presidencial.
Los dos monumentos para ver son la Campana del Zar y el Cañón del Zar que hay en sus jardines:
- Cañón del Zar o Tsar Pushka: es el de mayor calibre del mundo, con un peso de casi 40 toneladas. Se cree que nunca ha sido utilizado.
- La Campana del Zar o Tsar Kólokol: con un peso de más de 200 toneladas y una altura y diámetro de más de 6 metros, es la campana más grande del mundo. Fue fundida en bronce en 1735, pero se rompió durante un incendio en 1737. En 1836 fue colocada al lado de la torre del Campanario de Iván el Grande, donde la podemos ver a día de hoy.
Catedral de San Basilio
A pesar de no ser la principal catedral de Moscú, la Catedral de San Basilio es el símbolo de la ciudad.
Fue construida por orden de el zar Iván el Terrible y, según cuenta la leyenda, este zar ordenó dejar ciego al arquitecto para que no pudiera reproducir sus cúpulas. Aunque esta historia crea un interés extra por la catedral, no es cierta, ya que este arquitecto participó, posteriormente, en la construcción del Kremlin de Kazán.
A lo largo de su historia, esta catedral ha estado a punto de desaparecer en varias ocasiones. Ha sobrevivido a incendios, a invasiones e incluso a un plan de Stalin para demolerla, ya que consideraba que la catedral entorpecía los desfiles del ejército en la Plaza Roja.
San Basilio se puede visitar por dentro. La entrada cuesta 700 rublos para los extranjeros.
Aunque su interior no es tan espectacular como su exterior, es una catedral muy peculiar y diferente a todas las demás, ya que consta de 9 capillas independientes que se conectan a través de pasadizos.
Este monumento ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es que, sólo deleitarse con las vistas de su colorida arquitectura, es todo un placer para los sentidos.
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