Nos levantamos temprano, en nuestro hotel de Fresno, para ir a San Francisco y llegar lo más pronto posible.  Nos quedaban unas tres horas de coche hasta llegar. Hay varias opciones de carretera, aunque todas tardan prácticamente lo mismo y dependen del tráfico de esta gran ciudad y su área metropolitana.

Tras llegar al aeropuerto, fuimos directos al área de devoluciones de coches de alquiler, situada en una zona anexa al aeropuerto. Está perfectamente indicado. Dejamos el coche en Álamo y, tras revisarlo y darnos el ok, fuimos a coger el tren BART que va a la ciudad.

Para llegar, tuvimos que coger primero la línea azul del monorail gratuito que hay en el aeropuerto y que te lleva por las diferentes terminales, además de a la estación desde donde sale el BART, que te lleva, entre otros lugares, al centro de San Francisco. El trayecto en monorail dura unos minutos y es bastante cómodo. En cuanto al BART, se puede coger la línea amarilla o roja para ir al centro de San Francisco. Puedes comprar los billetes en unas máquinas expendedoras y cuesta 10,50€ por trayecto de ida, o 21€ por trayecto de ida y vuelta.

Tras comprar los billetes, cogimos la línea amarilla. En unos 35 minutos estábamos en la estación de Montgomery, en el centro financiero de San Francisco. Desde allí fuimos directos al hotel donde pasaríamos los últimos días de nuestras vacaciones, el Hyatt Downtown Soma.

Después de hacer el check-in, fuimos a la habitación, en el piso 32, desde donde teníamos unas vistas increíbles de la ciudad. Podíamos ver incluso parte de Alcatraz.

Como era la hora de comer, revisamos los restaurantes sin gluten que teníamos en nuestra lista y nos dimos cuenta de que teníamos uno enfrente del hotel: pizzería California Chicken. Muy buena atención y varias opciones de pizza, sin gluten, deliciosas.

Tras la comida fuimos dando un paseo por una gran avenida en dirección a las Painted Ladies. Tomamos una de las calles que salen de la avenida y unos policías nos advirtieron que no era recomendable por la zona por falta de seguridad. Nos dijeron que toda la zona de Tenderloin era bastante conflictiva y nos recomendaban ir en taxi o tranvía. Ciertamente, en nuestro paseo nos encontramos con muchos mendigos, gente pinchándose y bastante movimiento de drogas, peleas, etc. Más de lo que pensábamos antes de ir, sobre todo en una zona tan céntrica.

Un poco resignados, decidimos cambiar la ruta y cogimos un tranvía streetCar hacia Castro. Pagamos 6$ por nuestros tickets de ida y fuimos hasta la última parada: el barrio de Castro (está marcada perfectamente en el letrero del tranvía). Para seguir en tiempo real los tranvías y autobuses, y para comprar bonos y tickets, es muy recomendable descargarse la aplicación MuniPass, para la que hay que tener conexión a internet.

Castro es un barrio muy popular entre la comunidad LGTBI. Ha sido durante muchos años una zona desde la que han salido los movimientos para mejorar las leyes del colectivo. Su ambiente es abierto y diverso y con mucha vida. Nosotros sólo callejeamos por la calle principal, Castro Street, donde hay muchas alternativas, el famoso teatro… No paseamos por otras calles del barrio, ya que nos habían dicho que algunas de sus calles habían empeorado en los últimos meses y, como queríamos ver otras zonas, cogimos un taxi para que nos llevará a ver las Painted Ladies y, de allí, al barrio de Little Italy.

Las Painted Ladies son unas casas pintadas de colores en una de las tantas cuestas de San Francisco. Como otras muchas cosas en esta ciudad, la influencia del cine las ha hecho famosas. A nosotros nos gustaron, sin embargo, vimos otras casas similares, con tanto o más encanto, por la ciudad.

El taxi nos dejó en el cruce entre Greenwich Street y Columbus Avenue para ver Little Italy. Callejeamos desde allí hacia Chinatown. Son dos barrios muy tranquilos, seguros y con buen ambiente.

El primero, lleno de comercios que recuerdan a Italia y, el segundo, con comercios de origen chino.  Nos gustó el paseo por ambos barrios, aunque, sinceramente, esperábamos un poco más de estos barrios, más allá de sus tiendas.

Durante el paseo pudimos ver la Coit Tower, la Pirámide Transamerica y pasar por Union Square.

Desde allí nos fuimos al hotel, cenamos en el mismo restaurante que a la mañana y nos fuimos a descansar para estar preparados para el plato fuerte de nuestra visita a San Francisco: visitar Alcatraz.

Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 17 días en Costa Oeste USA.