Con un gran sabor de boca del día anterior, nos levantamos contentos y descansados, con ganas de coger la carretera y dirigirnos hacia el lago Mývatn.

RUTA (300 km):

  1. Cascada Dettifoss
  2. Cascada Selfoss
  3. Fumarolas de Hverir
  4. Baños de Mývatn

Iniciamos la ruta con la intención de ver el Cañón Studlagil. No teníamos muy claro si podríamos verlo, ya que la carretera de acceso no es normalmente accesible en invierno. Tras 30 minutos por la carretera 1, nos desviamos a la carretera 923, por la que luego discurre un camino que, tras 20 km, te deja en la zona de parking para ver el cañón. Recorrimos apenas 3 km y la carretera estaba realmente en mal estado. Dudamos si continuar o no. Cuando lo estábamos pensando, aparecieron en sentido contrario nuestros compañeros de guesthouse del día anterior. Nos dijeron que no habían podido continuar un par de km más adelante y que habían tenido que dar la vuelta por el estado de la carretera. Esto resolvió nuestro dilema y, con pena, pero a la vez con tranquilidad, decidimos dar la vuelta.

Continuamos por la carretera principal durante unas 2 horas. Todo era un inmenso blanco, salvo la carretera, que asomaba delante nuestro. El paisaje, una maravilla. Estaba despejado y pudimos contemplar las montañas a ambos lados de la carretera.

Islandia sin gluten free
Conduciendo por Islandia

Eso sí, Hicimos varias paradas para descansar y hacer algunas fotos. El frío era helador. El termómetro marcaba -10ºC, aunque la sensación de frío era aún mayor.

Islandia sin gluten free
Impresionantes vistas delante y detrás
Islandia sin gluten free
Un alto en el camino
Islandia sin gluten free
Un horizonte particular

Nuestra siguiente parada eran las cascadas Dettifoss, Selfoss y Hafragilsfoss. Tampoco sabíamos si íbamos a poder visitarlas, por el estado de las carreteras. Para llegar a estas cascadas, hay dos opciones: desviarse en la carretera 864 o en la 862. Miramos el estado de las carreteras en la web y descartamos la 864. Tomamos la 862, un poco más adelante. La carretera estaba completamente nevada y resbaladiza, así que despacio, hicimos los 25 km hasta el parking habilitado para ver las cascadas. Es gratuito y tiene baños públicos. 

Islandia sin gluten free
La carretera 862 hacia Dettifoss

Una vez allí, a pesar de estar todo completamente nevado, está indicado mediante picas de madera amarillas los caminos por los que ir andando a ver Dettifoss y Selfoss. En cambio, el camino para visitar Hafragilsfoss estaba cerrado. Es la más lejana y no era posible llegar hasta allí.

Para llegar a Dettifoss tuvimos que andar 1 km por el sendero marcado, aunque completamente nevado. Hay otros caminos, pero están marcados con una X, con un par de picas rojas, para no pasar. Dettifoss es imponente. Con casi 45 metros de altura y 100 de anchura, el estruendo de la caída de agua es increíble. La vimos desde un par de miradores. Nos costó movernos entre uno y otro por la nieve y el hielo. Suponemos que, en verano, tiene que ser mucho más fácil y seguro.

islandia sin gluten free cascada dettifoss
Cascada Dettifoss

La vimos desde un par de miradores. Nos costó movernos entre uno y otro por la nieve y el hielo. Suponemos que, en verano, tiene que ser mucho más fácil y seguro.

islandia sin gluten free cascada dettifoss
Disfrutando en Dettifoss

Desde allí, andamos por el camino que lleva a Selfoss. Sin embargo, sólo se puede ver desde la distancia, ya que el camino, llegado un punto, estaba cerrado. Quizás por eso, en invierno, no merece la pena llegar hasta ese punto para ver Selfoss desde lejos.

islandia sin gluten free cascada selfoss
La cascada Selfoss, al fondo

En cualquier caso, ver Dettifoss mereció totalmente la pena y no nos arrepentimos de haber llegado hasta allí. La parte mala, que el cielo se empezó a cubrir de repente y teníamos que volver. Cogimos el coche y tomamos el mismo camino de vuelta. No veíamos nada, ya que la nieve cubría todo a nuestro alrededor y no podíamos ver más allá de 2 m del coche. Fue duro hacer todo el camino de vuelta, pero, finalmente, llegamos a la carretera principal y, poco tiempo después, se volvió a despejar. Estos cambios repentinos de clima, casi como si cambiaras de estación de un momento a otro, nos sorprendió mucho durante todo el viaje. Aunque los islandeses nos decían que era algo normal, nosotros no estamos tan acostumbrados.

Como no habíamos podido ver el cañón y aún era temprano, decidimos ir a ver la caldera volcánica Krafla. El desvío está bien indicado a la derecha de la carretera principal, justo antes de llegar a Hverir.

La carretera estaba en mal estado, aunque era posible circular, al menos hasta la central geotérmica que había a mitad de camino. La energía geotérmica supone casi el 65% de la energía consumida en el país. Junto con la energía hidroeléctrica, hacen que el país tenga más de un 85% de energía procedente de fuentes renovables.

Una vez pasada la central, la carretera estaba en peor estado. De hecho, la carretera de acceso a Krafla estaba cortada con una barrera. Resignados, nos dimos la vuelta, y volvimos a la carretera principal. Unos 100 metros adelante, giramos a la izquierda. Al lado de la carretera está el parking gratuito para visitar las fumarolas de Hverir.

islandia sin gluten free hverir
Fumarolas de Hverir

Es una de las zonas geotermales más activas de Islandia y destaca por sus coloridos ocres y verdes. Se pueden recorrer varios senderos y visitar el lugar no llega mucho tiempo, el que puedas aguantar el fuerte olor a azufre que desprenden las fumarolas.

Como no habíamos podido visitar algunos sitios que teníamos previsto, decidimos aprovechar el resto del día para ir a los baños de Mývatn.

Desde Hverir, apenas hay 5 km. En la entrada hay un parking gratuito donde dejamos el coche. No parecía haber mucha gente así, a pesar de que habíamos leído que era un lugar concurrido en verano.

El horario, es de 12:00 a 22:00, aunque la última hora para entrar es a las 20:30. El precio, 5700 ISK (unos 38€) por persona. Alquilar una toalla cuesta 800 ISK (unos 5€) por persona.

En los baños hay un pequeño bar. Las bebidas se pueden pre-pagar al comprar la entrada y te dan una pulsera a mostrar en el bar. También se puede pagar con tarjeta en el propio bar. Nosotros no tomamos nada, así que no te podemos dar nuestra opinión sobre los precios y el servicio. En la zona de la recepción hay también una zona de souvenirs y un bar-restaurante.

Tras pagar, fuimos a los vestuarios, muy limpios y equipados. El calzado se deja en la zona exterior, en un zapatero común. Una vez dentro, hay taquillas que funcionan con una ficha que te dan en recepción. La ducha con jabón es obligatoria antes de salir a los baños. En la zona de lagunas se puede llevar el móvil y sacar fotos, con respeto al resto de usuarios, obviamente.

Una vez fuera, con un frío tremendo, fuimos ligeros a los baños. Hay varias lagunas y pozas, a diferentes temperaturas, aunque todas muy calentitas, comparadas con el frío exterior. Por supuesto, todas tienen su característico olor a azufre. También hay un par de saunas.

islandia sin gluten free myvatn
Baños Mývatn

Nosotros pasamos por todas las lagunas. Disfrutamos de un muy buen rato, ya que, además, no había mucha gente. Las vistas alrededor son espectaculares. Es curioso ver todo nevado cerca, mirar al horizonte y ver todo blanco y, a la vez, sentir un calorcito agradable en todo el cuerpo.

Estuvimos unas 2 horas en total en los baños. Puedes controlar el tiempo con un gran reloj que hay en la entrada a los vestuarios. No es recomendable estar mucho tiempo, aunque cada uno tiene que valorar cuando su cuerpo le pide salir.

islandia sin gluten free myvatn
Disfrutando del contraste de temperatura…

Fue un momento muy divertido y relajante que recomendamos. Aunque habíamos leído opiniones de todo tipo sobre estas lagunas, nosotros volveríamos. Sin embargo, nosotros decidimos no visitar el conocido Blue Lagoon, las lagunas termales más conocidas de Islandia. Además de ser muy caras (unos 80€ por persona), habíamos leído que eran muy turísticas y que suelen estar abarrotadas, al estar además cerca de Reykjavik.

Tras el baño, ya anocheciendo, nos dirigimos a Vallakot Farm Guesthouse, en donde estaríamos dos noches. Nos costó llegar más de 1 hora, ya que había mucha niebla y la carretera estaba resbaladiza. Además, nada más salir de los baños, empezó a nevar con fuerza.

Hicimos una cena calentita en el apartamento y nos fuimos a descansar para retomar fuerzas para el día siguiente.


Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 12 días en Islandia.