Amanecemos en Ponferrada, y tras desayunar con tranquilidad salimos hacia la ruta prevista: Las Médulas.
Desde Ponferrada hasta el pueblo de Las Médulas se tarda aproximadamente unos 35 minutos. Primero hay que tomar la N-536 hasta Carucedo y desviarse por la CV-191-2 hasta Las Médulas.
Hay 2 parkings al inicio del pueblo, ambos gratuitos.
Aunque nosotros no madrugamos excesivamente y llegamos sobre las 10:00 y pudimos aparcar sin problemas, recomendamos ir pronto, ya que, a partir de las 12.00 – 13.00, empieza a llegar bastante gente para ver el pueblo y hacer la ruta corta para ver Las Médulas, y los parkings se llenan enseguida, teniendo que dejar el coche en la cuneta.
Puedes descargarte un mapa, en pdf, de las diferentes rutas en este link.
En mitad del pueblo hay una señal dónde se indica hacia dónde hay que ir para empezar:
- Senda Perimetral
- Senda de las Valinas
- Senda del Lago Somido
También se indica el centro de información donde se pueden contratar visitas guiadas (sin cita previa) de grupos de hasta 7 personas. Nos comentaron que para salir con estas visitas hay que esperar a que se llenen los grupos.
La Senda de las Valinas: es la que hace la mayoría de la gente. Es corta, es un paseo entre las médulas por un bosque de castaños, donde ves la Cuevona y la Encantada, terminando en el Mirador de Orellán, dónde se tienen una vista panorámica de Las Médulas.
La Senda Perimetral: está menos transitada, ya que es más larga, pero merece mucho la pena. A nosotros nos gustó más el trozo que hicimos de esta senda que el que hicimos de la Senda de las Valinas. Esta Senda es circular, aunque, como hicimos nosotros, puedes hacer parte de esta ruta y desviarte hacia otras rutas disponibles en el camino.
La Senda del Lago Somido: está al inicio de la Senda Perimetral. Es una ruta corta y sencilla. Desde el pueblo de las Médulas es 1 km, unos 40 minutos andando.
Nosotros hicimos un mix de la Senda Perimetral y la Senda de las Valinas. Decidimos empezar por la Senda Perimetral, en dirección al Mirador Pedrices. El camino hasta allí es un sendero fácil, sin demasiada pendiente.
En el Mirador de Pedrices se tiene una panorámica de Las Médulas y de la Yagua de Yeres.
Después hay 2 opciones: seguir por la Senda Perimetral o salirte de la ruta hacia el Pico Reirigo y Medulillas de Yeres, que es hacía donde nos desviamos nosotros.
Este desvío viene señalizado. Los caminos se vuelven estrechos y con algo más dificultad que el resto, pero merece muchísimo la pena. Caminas entre y por encima de las Medulillas de Yeres y, desde el Pico Reirigo, hay unas vistas increíbles de Las Médulas.
Tomar este desvío y recorrer esa zona puede llevar una hora hasta volver a la Senda Perimetral.
Una vez vuelves a la Senda Perimetral el camino continua hasta llegar al Mirador de Orellán, desde dónde se tienen las típicas y más famosas vistas de Las Médulas, aunque también es el lugar más bullicioso para observarlas.
Al lado de este mirador, se encuentra la Galería de Orellán. Es un recorrido de 100 metros por un antiguo conducto de agua de la minería, que termina en un balcón en una de las montañas verticales. La entrada cuesta 3 €. Nosotros no pudimos visitarlas porque el aforo estaba completo.
Comentar que, en este mirador, también hay parking, ideal para los que sólo quieran contemplar Las Médulas sin hacer ninguna de las rutas.
Después de llegar a este mirador, puedes seguir por la Senda Perimetral o ir por el «Camino del Mirador» que lleva a la «Senda de la Valinas».
Nosotros tomamos El Camino del Mirador, que es una tramo corto de sendero, que une ambas sendas principales. Es un tramo con bastante pendiente. Nosotros, al venir de la Senda Perimetral, bajamos este camino. Los que vienen de la Senda de las Valinas, si quieren subir al Mirador de Orellán, tienen que subir este tramo, lo que implicará un poco más de esfuerzo.
Al llegar a la Senda de las Valinas, te encuentras con un descampado con bancos y una fuente. Nosotros paramos ahí a descansar y aprovechamos a comer.
Desde esta senda puedes visitar las dos famosas cuevas: La Encantada y La Cuevona.
Desde aquí volvimos por la Senda al parking. Como todavía era temprano, decidimos ir a visitar Villafranca del Bierzo, a 35 minutos de dónde estábamos.
Volvimos a Carucedo por la CV-191-2 y, al llegar a la incorporación a la N-536, en vez de girar a la derecha (dirección a Ponferrada), hay que girar a la izquierda y tomar la N-120 hasta Villafranca del Bierzo.
Al llegar a Villafranca del Bierzo, nosotros cruzamos el pueblo hasta el Jardín de la Alameda, donde hay un parking gratuito.
Este pueblo es pequeño, pero tiene muchas cosas para ver: el Puente Medieval, el Monumento al Peregrino, la famosa Puerta del Perdón, el Castillo, etc. Si tienes poco tiempo, te diremos que es posible visitar Villafranca del Bierzo en unas 2 horas, aunque si tienes un poco más de tiempo, merece la pena pararse y recorrer sus calles.
Si quieres saber más de nuestra visita a Villafranca del Bierzo, entra en nuestro post de Qué ver en Villafranca del Bierzo.
Volver a Ponferrada desde Villafranca del Bierzo nos costó 30 minutos, ya que fuimos por la autovía A6.
Después de una merecida ducha, fuimos a cenar al restaurante Jaleo Burger & Tapeo, donde ofrecen opciones sin gluten y que recomendamos, ya que tanto el trato como la comida fueron excelentes.
Salimos llenísimos de cenar, así que decidimos dar un paseo por la ciudad y ver el Castillo iluminado antes de irnos a descansar para hacer al día siguiente la ruta del Valle del Silencio.
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 17 días en Asturias y Norte de León.