Al despertamos y ver el cielo despejado, no dudamos en hacer la ruta de Naranjo del Bulnes: desde Poncebos hasta la villa de Bulnes.
Desde Llenín tardamos unos 35 minutos hasta que aparcamos el coche: primero por la AS-114 y luego por la carretera que marca Poncebos, Ruta del Cares o Funicular de Bulnes.
Lo complicado es aparcar cerca del inicio de la ruta: desde Poncebos (a 2 km del inicio) hasta la ruta (inicio). Por ese motivo, es recomendable ir temprano.
Cuando llegamos, los parkings más cercanos a Poncebos estaban bastante llenos. Para entrar en el área de la ruta, hay un control de aforo de los coches y ya no dejaban pasar. Así que, le dijimos a las personas que organizan el aforo, que nos dirigíamos a Camarmeña y nos dejaron pasar. Aparcamos al inicio del desvío a esta población, en la cuneta, al lado de la carretera cercana al inicio de la ruta.
Aunque madrugamos, entre una cosa y otra, empezamos la ruta a las 10:00. Recomendamos no hacerlo más tarde, ya que, si hace un día bueno de verano, como nos hizo a nosotros, casi la totalidad de la subida será a pleno sol, pudiendo ser asfixiante.
El inicio de la ruta es el mismo para la ruta del Cares y para la ruta a Bulnes.
Ya habíamos hecho, hace un par de años, la ruta del Cares. Pensamos volver a hacerla en esta ocasión, porque es muy bonita, pero nos dijeron que estaba abarrotada de gente y que era obligatoria la mascarilla, así que nos decantamos por otras rutas donde se pudiese respirar.
Desde Bulnes, se puede seguir la ruta hasta el refugio del Pico Urriellu, por el Colado de Pandebano. Este tramo son unas 4 horas y 15 minutos más, sólo ida. También puedes llegar a este refugio desde Sotres, sin tener que pasar por Bulnes.
En las señales del inicio, marca 1 hora y 15 minutos a Bulnes. Nosotros tardamos unas 2 horas de subida y 1 hora de bajada. En total, tardamos unas 4 horas, ya que nos tomamos algo en Bulnes y nos paramos a comer en el camino.
En general, la subida es una pendiente continua. Hay algún tramo que da vértigo, ya que el acantilado está cerca del camino y el desnivel es pronunciado.
El camino de subida discurre a lo largo del río y, cuando el camino comienza a rodearse de vegetación, ya estás cerca de Bulnes.
Unos 500 metros antes de llegar al pueblo, está el Funicular: otra forma de subir a Bulnes. Cuesta 17€ la ida o la vuelta y 22€ ida/vuelta.
Cuando se llega al pueblo, antes de sentarte a descansar, recomendamos dirigirse al mirador para ver el Naranjo. Se tardan unos 10 minutos. Hay que seguir la ruta hacia el refugio y, a los 5 minutos, está el desvío hacia este mirador.
Nos hizo un día increíble para ver el Naranjo. Tuvimos muchísima suerte y fue increíble poder disfrutar de esta estampa tan maravillosa.
El pueblo de Bulnes es pequeño y tiene mucho encanto. Es el último pueblo sin carretera de los Picos de Europa, por lo que llegar es todo un logro que hay que celebrar paseando por sus calles y recargando energía en uno de sus bares junto al río.
Cuando comenzamos el camino de vuelta, era mediodía, por lo que el sol estaba en lo más alto, dejándonos sin apenas sombra para cobijarnos.
La bajada fue dura por el sol, que nos abrasaba. Vimos a bastante gente subiendo a esas horas. Es algo que desaconsejamos, ya que subir con ese calor puede deshidratarte y darte un golpe de calor.
En el camino de vuelta, paramos en el mirador del Pozo de la Oración, cerca de Póo de Cabrales, donde, si tienes suerte y está despejado, también podrás tener unas vistas espectaculares del Naranjo de Bulnes.
Por la tarde decidimos ir a visitar Lastres, un pueblo de la costa. En vez de ir directos por la nacional, nos desviamos para ver el Mirador del Fitu.
Para llegar hay que subir hasta la cima de una montaña, por lo que la carretera son curvas y más curvas. Al llegar, hay un pequeño parking junto al mirador, aunque si está lleno, como en nuestro caso, puedes dejar el coche en la cuneta.
Este mirador se proyectó y construyó desinteresadamente, en 1927, por el ingeniero José María Sánchez del Vallado . En un día despejado, se pueden divisar todo desde los Picos de Europa hasta el mar.
Después de la suerte que tuvimos por la mañana al poder ver el Naranjo de Bulnes despejado, pensamos que sería buena idea probar a ir a este mirador, pero al llegar, la niebla rodeaba todo y no veíamos más allá de 2 metros.
Desde este mirador nos dirigimos directamente a Lastres.
Aparcar en Lastres es complicado, por lo que os aconsejamos ir directos a las inmediaciones de la Iglesia de Santa María Sábada, es una zona con mucho espacio gratuito para aparcar.
Además, desde este lugar se puede subir andando al Mirador de San Roque, 5 minutos, y se puede bajar a pie hasta el puerto, cruzando el casco antiguo, ya que esta iglesia está al lado de la calle principal y más famosa de Lastres, la calle Real.
Visitar Lastres es callejear por su Casco Histórico, contemplando la arquitectura típica de las casas, con su carácter pesquero.
A pesar de ser un imprescindible de Asturias, por ser una villa preciosa, encajonada entre el mar y la montaña, también es muy visitada por haber sido el escenario de la popular serie del Doctor Mateo. Así que, si viste esta serie, encontrar los rincones más famosos, como la casa del Doctor, será toda una aventura y entretenimiento mientras recorres este maravilloso pueblo.
Si quieres saber más sobre Lastres, entra en nuestro post Qué ver en Lastres.
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 17 días en Asturias y Norte de León.