Nuestro primer viaje siguiendo una dieta sin gluten fue éste, y Nepal fue nuestro primer país para empezar. Teníamos ganas de visitarlo y el gluten no nos lo iba a impedir. Sabíamos que iba a ser complicado y que teníamos mucho que practicar y aprender, pero, si lo conseguíamos, estábamos seguros que todo sería más fácil después.

Comer sin gluten en Nepal no es sencillo. En general, no conocen la celiaquía. Por supuesto, en todos los pequeños puestos y restaurantes… hablar de evitar la contaminación cruzada, es un sueño.

Pero como siempre decimos, ¡si quieres, puedes! Nuestros consejos: prepárate para comer mucho arroz y fruta, llévate comida sin gluten en la mochila y planifica el viaje antes de ir.

Sobre lo primero, sí, comimos más arroz que nunca. La parte buena es que había arroz blanco en muchos lugares y eso nos salvó en muchas ocasiones.

Respecto a llevar comida sin gluten, te recomendamos hacerlo. En algún supermercado de Katmandú vimos algunos productos sin gluten como galletas, tortas de arroz y una especie de nachos… Pero, salvo eso, no vimos mucho más.

Por supuesto, en las tiendas como en los puestos en la calle encontrarás mucha fruta. Hay otros productos que podrían ser sin gluten, pero en la mayoría de sitios los venden a granel, por lo que no podrás asegurar que sean libres de gluten.

Nosotros habíamos facturado, sobre todo, tortas de  pan, snacks, galletas y batidos sustitutivos sin gluten.

Además, aunque dudamos hasta el último minuto, facturamos una pequeña botella de salsa de soja sin gluten. No nos arrepentimos de llevarla, ya que nos permitió dar un toque al arroz blanco que tanto comimos durante todo el viaje, no sólo en Nepal.

También facturamos una cerveza sin gluten, que nos tomamos tras volver del Tíbet y que nos supo a gloria. Sí, fue un capricho, pero no nos arrepentimos de haberla llevado. No encontramos cerveza sin gluten en ningún supermercado. Sí tomamos una especie de sidra en algún bar de Katmandú y Pokhara. Si no seguís una dieta sin gluten y queréis probar cerveza local, las más conocidas son Everest, Nepali y Ghorka.

Para los 23 días que duró nuestro viaje, repartimos los siguientes productos sin gluten en las dos mochilas que facturamos:

• 4 paquetes de galletas
• 20 barritas energéticas
• 1 bote de salsa de seoja
• 1 cerveza
• 2 paquetes de tortas de pan
• 10 paquetes de preparado de batidos sutitutivos
• 4 latas de atun
• 2 sobres de jamón envasado
• Algunos snacks y gominolas para el trekking

Sobre planificar el viaje, a nosotros, entre otros cosas, nos sirvió de ayuda hacer un listado de posibles restaurantes con opciones sin gluten en las principales ciudades, Katmandú y Pokhara. También, preparar nuestras tarjetas en el idioma local.

Sobre los restaurantes, no es fácil encontrar opciones sin gluten. Además, como es habitual, tendrás que gastar más que el resto de viajeros, dedicar más tiempo y tener mucha paciencia… A continuación, te contamos nuestra experiencia sin gluten, en los restaurantes y en otros establecimientos de comida que visitamos en Nepal:

Katmandú

Yak Restaurant

Teníamos apuntado este restaurante de Thamel, del que habíamos leído alguna buena opinión, así que decidimos acerarnos y probar.

Cenar aquí fue toda una primera experiencia gluten free. Nada más llegar enseñamos nuestra tarjeta explicando la celiaquía. No conocían lo relativo a comer sin gluten y nos dimos cuenta de que, comer en Nepal, iba a ser todo un reto. Tras un buen rato de explicaciones, miradas curiosas, preguntas, idas y venidas a la cocina… pudimos cenar arroz blanco y un puré de verduras.

Pagamos 500 NPR (unos 3,50€).

Rosemary Kitchen & Coffee shop

Visitamos el restaurante Rosemary porque habíamos leído que adaptaban platos. Nos costó encontrarlo la primera vez, ya que la entrada está en un pequeño callejón de Thamel. Es un lugar muy tranquilo y agradable, dentro del caótico y abarrotado Katmandú.

Desde la primera vez que fuimos, nos dimos cuenta que no era la primera vez que oían el «discurso» de comer sin gluten, contaminación cruzada, etc. Fueron muy atentos y nos ofrecieron varias opciones sin gluten.

Está frecuentado por turistas extranjeros. El precio es más elevado que la media de los restaurantes de la zona, pero podrás comer seguro en lo relativo a la celiaquía.

Nosotros nos sentimos tan bien comiendo aquí, que repetimos varias veces durante nuestras vacaciones.

Pagamos de media unos 2.000-2500 NPR (unos 15-20€) por comer o cenar dos personas.

Dhokaima Café

Probamos en este restaurante de Patan el día que fuimos a visitar esta parte de la ciudad. Al igual que el Rosemary, el Dkhokaima es un restaurante de precio más alto a la media de la zona.

Tuvimos que explicar en detalle lo relativo a la contaminación cruzada y tratamos de comer lo más fácil posible, arroz con verduras y un poco de carne. Una buena opción si visitas Patan.

Pagamos por comer 1.500 NPR (unos 12€).

SPIZE Café

Se encuentra a la entrada de la calle del hotel donde nos alojamos varios días, el Shree Tibet Family Guest House. Desayunamos aquí varios días de nuestra estancia en Katmandú. Buen trato y un precio asequible.

Les explicamos lo relativo a la contaminación cruzada el primer día, nos hicieron varias preguntas y conseguimos hacernos entender. Como es complicado hacer llegar el mensaje y comer con seguridad, repetimos varios días pidiendo prácticamente las mismas cosas: arroz blanco, huevos fritos o tortilla.

El precio medio por desayunar tortilla, huevos y un par de cafés, fue de 400 NPR (unos 3€).

French Bakery

Es una pequeña panadería de Thamel, que tiene algunos productos sin gluten. Nosotros hicimos varias preguntas sobre la contaminación cruzada. Nos dio tranquilidad su explicación, ver que lavaban los utensilios antes de servir productos sin gluten… Si vas, pregunta, ya que contestarán a todas tus preguntas y te ofrecerán qué productos puedes comer con todas las garantías y cuáles no.

Nosotros compramos unos brownies de chocolate que nos supieron de maravilla.

Otros

Preguntamos en otros muchos restaurantes de Katmandú, sobre todo de Thamel, por opciones sin gluten y en casi ninguno nos dieron opciones. En muchos nos decían que tenían opciones gluten free: bebida y fruta.

Pokhara

French Creperie and Bar

Uno de los sitios que queríamos visitar en Pokhara era esta crepería de la que habíamos leído buenas reseñas sobre sus platos sin gluten. Por supuesto, como hacemos siempre y, más aún siendo nuestro primer viaje siguiendo la dieta sin gluten, hicimos todo tipo de preguntas sobre donde freían los crepes, los ingredientes, etc.

Nos quedamos muy tranquilos con sus respuestas. Además vimos que no era la primera vez que hablaban del tema. Pudimos comer unos crepes riquísimos en la terraza del restaurante. Nos gustaron tanto, que repetimos y volvimos.

Cenamos los dos por menos de 1.000 NPR (unos 15€).

Panoramix Bakery

Habíamos leído sobre esta panadería y, aunque tuvimos que andar bastante para llegar hasta allí, al final de Lakeside Pokhara, dimos con ella. Cuando la visitamos, sólo tenían pan sin gluten de trigo sarraceno y algunos croissants, aunque el hombre que nos atendió, muy amable, nos dijo que en temporada alta, también tienen pizzas y bocatas.

Sin embargo y, aunque compramos un bollo de pan, no nos quedamos al 100% seguros de si cumplían con todo lo necesario para evitar la contaminación cruzada, por lo que si volviéramos, trataríamos de hacer muchas más preguntas…

Trekking Australian Camp

Tuvimos la suerte de hacer este trekking con Santos, un guía fantástico que, además, nos ayudó con nuestras explicaciones sobre la celiaquía.

Gracias a él, pudimos probar el dal bhat, el plato típico nepalí, pero adaptado para que fuera sin gluten. El dal bhat se compone de dal, una especie de sopa de lentejas con cúrcuma, bhat, arroz blanco, y tarkari, verduras muy condimentadas cocinadas en sartén.

Además de en el campamento donde nos alojamos al hacer el trekking, la familia de Santos también nos lo preparó en su casa.

Cuando sigues la dieta sin gluten es difícil en la mayoría de las ocasiones probar los platos típicos de un país o ciudad. En esa ocasión, pudimos hacerlo y además, nos encantó.

También tienes otras opciones más suaves que este plato típico: tortilla francesa, arroz blanco… y un sabroso té de jengibre, miel y limón.

<< Volver