RUTA:
- Geiseres del Tatio
- Excursión y atardecer en el Valle de la Luna
Para subir a los Geiseres del Tatio hay dos opciones: ir en tu coche o ir en un tour.
Mucha gente opta por ir en tour, ya que, lo ideal, es ir al amanecer para ver las mejores explosiones de los geiseres, de hasta 10 metros de altura. Los tours salen de madrugada, sobre las 5:00 – 5:30.
Ir al amanecer implica salir de noche de San Pedro (nos recomendaron salir sobre las 4:30) y conducir de noche por carreteras que son de gravilla o piedras, con muchas curvas, baches y mucha pendiente.
Hay que tener en cuenta que se encuentran a 4.200 metros sobre el nivel del mar, por lo que otro factor para tener en cuenta es el mal de altura.
Nosotros queríamos ir por nuestra cuenta, pero no queríamos ponernos en riesgo sin necesidad. Así que, partimos hacia allí sobre las 7.00. Aún era de noche, pero enseguida amaneció y condujimos la mayoría del camino con luz.
Para el mal de altura, el día anterior, compramos hojas de coca en el pueblo. Por la mañana, desayunamos infusión de mate de coca, que nos dejó preparada Daisy, junto con un termo de agua caliente, donde pusimos hojas de coca para ir bebiendo a lo largo del camino. Además, también mascamos algunas hojas de coca, que es lo más efectivo.
La verdad es que apenas tuvimos mal de altura y fue gracias a los efectos de la coca. Notamos más, esa sensación de mareo, en la excursión de las lagunas Miscante y Miñique, en la que no tomamos nada para evitarlo.
El camino, viendo el amanecer, fue algo espectacular.
El trayecto dura 1 hora y 30 minutos. Es el mismo que para ir a las Termas de Puritana. Hay una bifurcación antes de llegar a las termas. Hay que coger la carretera 27A, es la mejor opción, ya que la carretera es mejor. La otra carretera, en peor estado, lleva a las termas, aunque también lleva a los geiseres.
De camino se pasa por el pueblo Machuca, parada “obligatoria” si vas al Tatio. Más adelante te contaremos por qué.
Mientras vas conduciendo, se va viendo el cambio de paisaje… al principio lleno de cactus, salares, cascadas y volcanes… después paisaje rocoso y lagunas heladas…
Llegamos sobre las 8.30, justo cuando la mayoría de tours se iban o se estaban yendo, así que pudimos ver los geiseres tranquilamente. Eso sí, la mayor fumarola que vimos fue de unos 2 metros, cuando al amanecer son de unos 10 metros.
Al llegar, entras en un recinto donde se compra la entrada. Es el único sitio con aseos. Lo comentamos porque, si haces como nosotros y bebes mate de coca, necesitarás ir al baño seguro. Después tienes que desplazarte en coche hasta alguno de los parkings habilitados. Nosotros fuimos al último parking que hay y recorrimos desde allí toda la zona.
Para nosotros, fue todo un acierto ir más tarde, porque pudimos disfrutar de pasear entre los geiseres y de sacar fotos, incluso de quedarnos ensimismados viéndolos, prácticamente solos.
Estuvimos 1 hora recorriendo los diferentes geiseres. Hay uno, llamado “Speedy” que salta cada 2-3 minutos.
Cuando terminamos, antes de llegar a la entrada, vimos una bifurcación a la derecha que te lleva a una zona dónde hay una terma para bañarse. Hay baños, duchas y cambiadores. Nosotros no nos bañamos porque teníamos mucho frío.
De ahí, nos dirigimos hacia San Pedro de nuevo, eso sí, esta vez parando en Machuca.
Como anécdota y recomendación, tenemos que informaros que es importante respetar la velocidad indicadas en las señales, en cada uno de los tramos. Es cierto que, durante todo el trayecto, varían mucho, pero, llegando a Machuca, nos paró un policía: control de velocidad con radar. La señal indicaba 30 kilómetros por hora, y nosotros íbamos a 48. Después de darnos esta información, nos dijo que continuásemos. Fue un poco desconcertante, ya que, al haber sido pillados por un radar, no sabíamos si nos había puesto o no una multa. Al llegar a Machuca, preguntamos a un chófer de un tour y nos dijo que, si no te piden los papeles, es sólo una advertencia. Si te ponen una multa, te darán un papel donde conste la infracción. En esta zona, las multas de velocidad se consideran una sanción grave, que van desde 80.000 CLP a 160.000 CLP (entre 100 y 200€ aproximadamente). El problema no es pagar la multa, es que se trata de una especie de citación o vista, y tienes que ir al juzgado, el día que te indiquen, a pagarla. Un gran problema para los turistas, sobre todo si te tienes que ir al día siguiente, como nosotros.
Como dato curioso, queríamos comentar que ese chófer también nos contó que, tanto en San Pedro como en Calama, está prohibido bailar y organizar fiestas y que, a partir de la 1.00 de la madrugada, tiene que estar todo apagado.
En cuanto a Machuca, es un pueblo con una iglesia y unas pocas casas. A pesar de ello, merece la pena visitarlo y subir a la iglesia. Aunque en la entrada hay muchos turistas, se puede pasear tranquilo por el pueblo y viene bien, como punto intermedio de parada, para el mal de altura, ya que al bajar tanto y tan rápido te da sensación de cansancio y sueño.
Este pueblo es famoso por sus pinchos morunos de carne de llama. Todos los tours paran a la vuelta de los geiseres para que los turistas degusten esta carne por 3.000 CLP (unos 4€) cada pincho.
Nosotros decidimos no probarlo. No por falta de ganas, pero, al parar todos los tours, había una cola de más de 100 personas, por lo que, después del paseo por el pueblo, decidimos continuar con el viaje.
Durante el camino de vuelta, hicimos pequeñas paradas para contemplar el paisaje tan cambiante.
Comimos en el hostal, de nuestra comida, y a la tarde fuimos a hacer el tour por el Valle de la Luna.
Este valle se puede visitar, sin reserva, de 8:00 a 13:30, pero lo más famoso es ver el atardecer entre sus dunas.
Para poder hacer este tour por la tarde y quedarte a ver el atardecer, hay que reservar con antelación. Puedes reservarlo el día anterior, como hicimos nosotros, o el mismo día. Si lo vas a hacer en el mismo día, vete temprano, porque enseguida se agotan las entradas.
Para reservar tienes que ir a la entrada del valle y comprar los tickets en las oficinas que tienen allí. Cuestan 3.000 CLP (unos 4€) por persona.
La visita se hace con tu propio coche. Primero paras en la Mina de Sal, que en nuestro caso estaba cerrada por derrumbe, así que no las pudimos visitar. Después vas hasta el final de la carretera, donde ves «Las Tres Marías».
El resto de los sitios, los vas viendo según vas volviendo hacia la entrada: la Duna Mayor, el Anfiteatro, etc.
Sobre las 17:20 te indican que debes estar en el «SUNSET». Una vez pasas el Anfiteatro, hay un parking y desde allí puedes subir a una de las zonas donde ver el atardecer y desde donde se ve el Anfiteatro en su totalidad.
El camino de subida dura unos 20 minutos. Es un camino duro, porque, parte del él, es la subida a una duna, por lo que los pies se hunden en la arena en cada paso.
Cuando llegas arriba, se ùede ver que hay varias crestas desde donde ver el atardecer. Elige un buen sitio para sentarte. Si te gusta disfrutar de estos espectáculos de la naturaleza en silencio (o con el mayor silencio posible), intenta irte a la cresta más lejana que puedas. En la parte inicial, se llena de la mayoría de la gente de los tours.
Sitúate en ese punto y disfruta de los cambios de luz del atardecer. Aunque la mayoría se fijaba en el anfiteatro, es la cordillera la que va cambiando de colores durante el atardecer.
Ten en cuenta que vas a estar un buen rato ahí sentado, así que llévate agua, algún snack y crema solar. También recomendamos llevar un frontal, ya que la bajada al parking la haces de noche y puede que hayas agotado la batería del móvil sacando fotos.
A la vuelta al hostal, paramos en San Pedro y fuimos a comprar unas patatas fritas a un local llamado Tchiuchi, que habíamos visto días anteriores. También vende pollos asados. Tanto las patatas como los pollos son aptos para celiacos. También el ketchup y la mayonesa, que tienen el certificado gluten free de allí: “Convivir: Fundación de Intolerancia al Gluten”.
Puedes comer allí o pedirlos para llevar. Nosotros, por ser nuestra última noche, nos sentamos en la plaza Peregrino y nos comimos allí las patatas, viendo y disfrutando del ambiente que tiene esa plaza a esas horas de la tarde. Desde allí nos fuimos al hotel a dormir.
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 19 días en Uruguay, Argentina y Chile.
