Tras unos días en los que disfrutamos mucho en Las Vegas, nos dirigimos hacía el Cañón de Colorado. Nuestro destino era la localidad de Valle, a unos 30 minutos de la zona sur del Gran Cañón o South Rim.
En el camino, visitamos la presa Hoover e hicimos parte de la histórica Ruta 66.
Para llegar a la famosa presa, la manera más rápida es coger la carretera 11. En algo menos de 1 hora estarás en la presa. Para acceder hay que pasar un control, muy rápido en el que te preguntarán, básicamente, si llevas armas o drones. Si llevas dron, tendrás que dejarlo y recogerlo al salir.
Una vez dentro, puedes ir a varios miradores. Todos tienen parking gratuito, salvo el más cercano a la presa, que cuesta 10$. Esta es una buena opción si quieres cruzar la parte superior de la presa andando, o si quieres hacer alguna de las visitas que organizan. La más popular es la llamada «Power Plant Tour», en la que puedes visitar al interior de las salas de turbinas.
La presa Hoover fue construida entre los años 1931 y 1936, utilizando técnicas innovadoras para aquella época. Hoy en día, suministra electricidad a los estados de Nevada, Arizona y parte de California.
Nosotros sólo visitamos el primer mirador, desde el puente Mike O’Callagan Pat Tillman. Para acceder al puente sólo hay que subir unas escaleras, o una rampa, y en unos 5 minutos estarás allí. La presa es imponente y es el primer punto de contacto con las aguas del Río Colorado y el Lago Mead.
Desde allí, nos dirigimos hacía la ruta 66. Teníamos ganas de hacer parte de esta mítica ruta. Tomando la carretera 93, en algo más de una hora, estábamos en el primer pueblo, Kingman.
Lo más conocido de este pueblo es el restaurante retro Mr D´z. Es el típico restaurante de las películas, de los años setenta, con los grandes y coloridos sillones, las camareras vestidas como antaño, la clásica máquina de música y un menú muy americano (no había opciones sin gluten).
Al lado del restaurante hay un concesionario de coches antiguos que sólo puedes ver por fuera gratis. Para entrar hay que pagar unos dólares, pero no merece la pena, salvo que seas un super fan. También en la calle verás varios coches de los sesenta, algunos en mejor estado que otros.
Enfrente del restaurante hay un parque donde se encuentra la locomotora de vapor Santa Fe, que empezó a circular en 1928 y que fue entregada a la ciudad en el año 1953.
Al otro lado de la carretera hay un centro de visitantes y una tienda de souvenirs. Te recomendamos que aparques en el parking del centro de visitantes. Es gratis y, desde aquí, podrás ver todos los puntos anteriores andando en poco tiempo. Para sacarte fotos con el mítico cartel de la ruta 66 no tendrás problemas. Los verás por todos los lados…
Seguimos la ruta, conduciendo unos 30 minutos hasta llegar a Hackberry General Store. Es una antigua gasolinera-taller que conserva muchas antigüedades. Podrás ver desde un antiguo coche de policía hasta botellas de coca-cola con más de 60 años…
Hoy en día, es una tienda donde podrás comprar souvenirs, algunas antigüedades o, simplemente, pasear, admirar el lugar, cerrar los ojos y echar la vista 60 años atrás.
Puedes aparcar en la entrada, no hay un parking como tal y no tendrás que andar mucho para verlo. A nosotros es uno de los lugares de la ruta que más nos gustó.
Durante este tramo de la ruta, hasta Williams, hay otros lugares en los que se puede parar, simplemente, para ver coches antiguos, aparcados al lado de las casas o de las gasolineras.
Continuando por la ruta durante 1 hora, llegamos a Seligman, el pueblo con más comercios retro y de antigüedades de esta parte de la ruta. Aunque la calle principal puede parecer algo recargada y artificial, muy destinada al turista, la mayoría de los objetos, coches, etc., son auténticos y nos gustó bastante. La influencia del cine hará que pienses en muchas de las películas americanas que has visto.
Paseamos por la calle principal y entramos en la mayoría de las tiendas y restaurantes. También en la barbería de Ángel Delgadillo, que defendió la ruta 66 y su señalización durante muchos años. Su barbería sigue intacta, con muchas fotos suyas y de su familia, dentro de una reconvertida tienda de souvenirs.
Comimos tranquilos en el restaurante RoadRunner, en el que tenían opciones sin gluten, y vimos el resto de la calle principal tras la comida.
Después, continuamos hacia Williams, pero decidimos no parar, ya que se nos había hecho bastante tarde.
Seguimos hasta la localidad de Valle. Es un buen lugar donde alojarte para no estar muy lejos de la entrada al South Rim del Cañón, pero tampoco demasiado cerca para pagar los altos precios de la zona. Valle o Williams ofrecen precios más económicos. Nos alojamos en Grand Canyon Inn and Motel South Rim Entrance. Es un motel cómodo y tranquilo, que tiene restaurante (aunque no cenamos allí). Al lado tiene una gasolinera que exhibe varios coches antiguos. Merece la pena pararte, si pasas por allí, para verlos.
Nosotros cenamos en la habitación y descansamos para visitar al día siguiente el Gran Cañón.
Si tienes tiempo y quieres ver otros puntos interesantes de la ruta en el estado de Arizona, puedes visitar:
- Oatman (está antes de Kingman, hacia Nevada)
- Williams
- Flagstaff
- Winslow
- Holbrook
- El crater Barringer
- El bosque petrificado
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 17 días en Costa Oeste USA.
