Nos levantamos en el hotel Amargosa Opera House. No es el hotel más cómodo del mundo, pero mereció la pena dormir ahí por toda la historia del lugar.
Sirven café de manera gratuita a las 8:00 de la mañana. Aprovechamos a desayunar antes de hacer el check-out. Desde allí, nos dirigiríamos a las Vegas, haciendo una parada en el Alien Center, del que habíamos leído que podía ser una parada curiosa en el camino.
El Alien Center está a una media hora en coche del hotel, por lo que llegamos enseguida. La visita nos decepcionó un poco, ya que no es mucho más que una tienda de souvenirs relacionados con los alienígenas, el área 51…
En la tienda hay algunos muñecos grandes de alienígenas verdes y una máquina de Zoltar de un extraterrestre. No estuvimos mucho tiempo allí. Sólo te recomendamos parar si te pilla de camino, pero no si tienes que desviarte.
Desde allí, nos dirigimos a las Vegas. Se puede llegar en, aproximadamente, 1 hora y media, ya sea por la carretera 95, entrando por el norte de la ciudad, o por la 160, entrando por el sur. Nosotros elegimos ésta última, porque nuestro destino era el famoso cartel de «Welcome Las Vegas», que está al sur de la ciudad.
Hicimos alguna parada en el camino y en 2 horas estábamos allí. Hay una zona para aparcar gratis justo al lado. Aunque el parking es pequeño, hay mucho movimiento, por lo que no hay que esperar mucho. En apenas 5 minutos esperando, conseguimos aparcar.
Para hacerte la clásica foto en el cartel tienes dos opciones: esperar una larga cola para hacerlo de frente, con incluso un fotógrafo ofreciéndote hacerte una foto más profesional…. o en un lateral, sin esperar nada y con un recuerdo similar. O, al menos, esa es nuestra opinión. No estuvimos mucho allí, tras contemplar el cartel desde uno de los lados y hacernos un par de fotos.
Tras la parada, nos dirigimos hacia el hotel que habíamos reservado para nuestra estancia en Las Vegas: el Tuscany Suites&Casino. Un lugar en el que David había estado en otro viaje y del que tenia buen recuerdo. Es un hotel económico, a 10 minutos andando del Strip, con habitaciones muy amplias, piscina, aire acondicionado, microondas, nevera y con un restaurante con opciones sin gluten. No podíamos pedir más…
Hicimos el check-in y nos fuimos a comer al restaurante Pub-365, que está en un edificio dentro del casino del hotel. Fue un lugar que nos gustó mucho y que tenía todo lo que necesitábamos: comida sin gluten, trona para niños y un ambiente tranquilo.
Descansamos un rato, tras el viaje y la comida, y después fuimos a la piscina del hotel. Muy tranquila, cómoda, con zona de hamacas y con servicio de toallas en la entrada.
Con energías renovadas, nos fuimos a pasear por la calle principal de las Vegas, llamada Strip.
En el post Qué ver en Las Vegas, te contamos los lugares que recomendamos visitar en la ciudad. Puedes dedicar días y días, ya que hay cientos de actividades para hacer, lugares que visitar…
Nosotros empezamos nuestro recorrido en el hotel Caesars Palace y fuimos yendo hacía el sur, hasta llegar al hotel Luxor. Tras visitar por dentro el Caesars, muy famoso por aparecer en la película Resacón en Las Vegas, vimos el espectáculo de las fuentes del Bellagio. Totalmente recomendable, tanto de día como de noche. Cada 15 minutos las fuentes «bailan» al ritmo de famosas canciones. Lo puedes ver gratis desde la calle y, aunque hay mucha gente, la fuente es tan grande que no tendrás problema en verlo bien.
Desde allí, fuimos paseando y sorprendiéndonos con la ciudad y la gente que pasa por allí, vive de ella o en ella. De sus coches, de las luces… La calle en sí es un espectáculo. Entrar a los hoteles es en sí otro espectáculo. Te puede generar muchas sensaciones encontradas, pero creemos que Las Vegas es un lugar que no se puede describir y al que hay que ir una vez en la vida.
Pasamos por el hotel Paris, el MGM, el Excalibur, el New York y, finalmente, el Luxor. Entramos de camino a algunas tiendas, como la de Coca-cola, con cientos de productos de la marca, y de M&Ms. Aunque hay muchas otras, de las principales cadenas de ropa, comida, bebida, series…
Y en todos los hoteles hay espectáculos de los principales artistas, cantantes, humoristas y magos más conocidos, así como del Circo del Sol… Sólo necesitas tiempo y dinero para disfrutar de todos ellos. Nosotros nos quedamos con las ganas de ver alguno, aunque con la niña era algo complicado.
Una vez llegamos al hotel Luxor, fuimos a la entrada para coger un taxi que nos dejara en el hotel, ya que el camino de vuelta, sin parar, sería de más de 1 hora. La calle tiene muchas escaleras automáticas, subidas y bajadas para cruzar las avenidas y, en nuestro caso, yendo con un carro de bebé, tardaríamos bastante. El taxi nos costó unos 20$ desde el Luxor hasta nuestro hotel. Si necesitas un taxi, puedes cogerlo en la puerta de los hoteles, ya que hay bastantes y no tienes que esperar mucho.
Cenamos algo ligero y nos fuimos a dormir para seguir disfrutando de la ciudad al día siguiente.
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 17 días en Costa Oeste USA.
