Para hoy, teníamos organizada una excursión, de todo el día, al Perito Moreno. La contratamos desde España. Estuvimos mirando varias compañías, comparando precios y tipos de excursiones. La que más nos llamó la atención fue hacer un mini trekking por el Perito Moreno, así que decimos mirar agencias que ofrecieran esa experiencia. Por supuesto, también queríamos ir a los balcones y pasarelas dónde ver la cara más famosa del glaciar.
Al final contratamos la excursión MiniTrekking con la compañía Hielo&Aventura, que además del trekking, incluye una visita de 1 hora a las pasarelas del Glaciar Perito Moreno. Esta excursión, en esta época del año, cuesta 8.000 ARS (unos 140€) por persona.
Algo importante es que incluye el traslado desde el hotel. Ellos te dicen la hora, porque, depende de dónde te alojes, serás el primero o el último en ser recogido. No olvides indicar en tu hotel la hora a la que os recogerán, para que te puedan dejar preparado el desayuno, ya que la recogida es muy temprano, sobre las 5:00.
En el precio no se incluye ni la entrada al parque ni la comida, por lo que, además de ir con ropa adecuada que abrigue bastante, hay que llevar una mochila con comida y agua.
Nosotros nos llevamos uno de nuestros batidos: rápido de hacer, de tomar, hidrata y no pesa en la mochila. También nos llevamos algo de fruta y unas galletas.
Una vez reunido todo el grupo en el bus, se tarda, más o menos, 1 hora y 30 minutos hasta la entrada del parque, donde se hace una parada para pagar la entrada, que cuesta 800 ARS por persona. Aunque se puede pagar con tarjeta, recomendamos llevar efectivo, ya que comentaron que el datáfono no siempre funciona.
Después, se va directamente al puerto, donde se coge un barco que lleva a las faldas del glaciar. El trekking se hace por la cara menos conocida del Perito Moreno. Aun así, las vistas del glaciar impresionan.
Al llegar a la orilla, todavía impresiona más. Te sientes tan pequeño…
Además, era increíble percibir el cambio de colores, dependiendo de cómo le daba la luz.
Al llegar, hay que ir al refugio que hay allí para dejar las mochilas y el resto de pertenencias. En el refugio tienes aseos, que recomendamos utilizar, ya que durante todo el trekking no hay.
Del refugio hay que ir a unas casetas donde te ponen los crampones. Hasta llegar allí, no dejas de acercarte al glaciar y, por supuesto, de sacar fotos.
Después, esperamos en el punto de partida. Todos muy nerviosos y con muchas dificultades para movernos con los crampones.
Los primeros 20 minutos, te enseñan a andar con los crampones por el glaciar. Subes y bajas cuestas todo el rato… al final, lo más difícil es mantener el equilibrio en las pendientes y saber hincar bien los crampones en los momentos más necesarios para no caerte, es decir, tienes que aprender a prevenir en qué momentos vas a perder el equilibrio…
La caminata es de dificultad media, tiene muchas subidas y bajadas. Dura aproximadamente 1 hora y 30 minutos.
Durante el recorrido se pueden apreciar todo tipo de formaciones en el hielo. Incluso, si quieres, puedes beber agua de glaciar… algo que te animamos a probar! Aunque, de viaje, siempre se recomienda beber sólo agua embotellada, dudo que tengas más oportunidades de beber agua de un glaciar.
Es imposible hacerse una idea de la inmensidad y la extensión del glaciar. Allí donde mires, es hielo. Es como un desierto helado.
Al finalizar la caminata, regresas al refugio. Te dan una hora para comer, más o menos. Después te llevan de nuevo al puerto para coger el micro-bus e ir a observar las paredes del glaciar por la otra cara, la más famosa.
Después de esta increíble y maravillosa experiencia, pensábamos que ver la otra cara no nos iba a impactar. Pero cuando te asomas al primer balcón, que hay junto al parking, las vistas te dejan boquiabierto. Además, ver su inmensidad y pensar que hace un rato éramos sólo un punto sobre ese mar de hielo, fue indescriptible.
Una vez que has hecho un millón de fotos… te pones en marcha para hacer alguna de las rutas por las pasarelas, que te acercan cada vez más al glaciar.
En la entrada a las pasarelas hay información sobre las diferentes rutas se pueden hacer, en función del tiempo y de las ganas que tengas. El Glaciar tiene una extensión de 250 kilómetros cuadrados y una altura, sobre el nivel del lago, de 50 a 70 metros. Según te vas acercando al glaciar, las vistas son más impresionantes.
Aunque no fuimos en época de deshielo, si tienes suerte como nosotros, serás testigo de la caída de algún bloque enorme de hielo. El estruendo y la ola que provoca son únicos.
Una vez terminado el paseo, se vuelve al parking, donde hay también una cafetería y una tienda de souvenirs. Reunidos todos en el punto de encuentro, nos pusimos en marcha para volver a El Calafate.
Una vez en el hotel y, después de pegarnos una ducha y cambiarnos de ropa, todavía no era de noche, así que aprovechamos para pasear por la ciudad y ver algunas tiendas. Además de las típicas tiendas de souvenirs, hay muchas tiendas de ropa y accesorios de montaña a buenos precios.
Después de la comida que habíamos hecho y del esfuerzo del minitrekking, nos apetecía una buena cena. Decidimos volver al restaurante del día anterior, Mako, ya que estuvimos muy a gusto y el trato fue excelente, para desde allí irnos a descansar para afrontar otro día intenso.
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 19 días en Uruguay, Argentina y Chile.