Nos levantamos temprano en Darvoz Guesthouse de Kalai Khumb. Desayunamos café, fruta y unos huevos fritos. Un desayuno completo para coger energía para el último tramo de la ruta. Recogimos nuestras cosas y nos despedimos de Maston, el dueño del hostel.
Emprendimos el camino hacía Dusambé, ya recorriendo el interior y dejando atrás el río Panj y la frontera afgana. Tras un par de horas conduciendo por una carretera en mal estado, llegamos a una de las carreteras principales del país, asfaltada y en la que, de repente, viajar en coche parecía totalmente otra experiencia, que ya no recordábamos.
Esta última parte de la ruta nos permitía ir mucho más rápido y hacer el trayecto en apenas unas horas. La parte negativa es que no pudimos disfrutar de demasiadas vistas y paisajes. Así que aprovechamos también a descansar.
Antes de llegar a Dusambé, paramos a comer algo de fruta cerca del embalse de Nurek, donde disfrutamos de unas magníficas vistas. El embalse se utiliza como fuente de energía hidráulica para la capital.
Finalmente, llegamos a Dusambé, concluyendo nuestra aventura de la ruta del Pamir. Yusuf nos dejó en el Hello Hostel, donde Turat nos había recomendado y reservado una habitación. El precio, unos 350TJS (unos 40$) la noche, por una enorme habitación con un gran baño y con desayuno incluido.
El hostel, que contaba también con un patio donde descansar, tenía la opción de alojarte en habitaciones individuales, dobles y en dormitorios comunes con baño compartido. Está en un barrio tranquilo, a unos 40 minutos andando del centro de la ciudad.
Antes de despedirnos de Yusuf, éste nos pasó su teléfono: Turat le había llamado y quería hablar con nosotros para saber si estábamos bien y si nos gustaba el hostel. Contentos de hablar con él, le dijimos que sí y nos despedimos, esperando poder volver a recorrer otras zonas de Tayikistán en el futuro con él. También nos despedimos de Yusuf, con el que no habíamos conectado demasiado.
Tras dejar nuestras cosas y disfrutar de una ducha en el inmenso baño de la habitación, fuimos andando al centro de la ciudad. Sólo teníamos esa tarde para ver la capital y queríamos aprovecharla.
Dusambé tiene unos 600.000 habitantes y es la capital de Tayikistán. Es una ciudad fría y con muchos edificios de la época soviética.
Nos dirigimos andando hasta llegar a la avenida Rudaki, una de las avenidas principales de la ciudad a través de la cual se llega al parque del mismo nombre. Paseamos tranquilos por la ciudad, en la que no había mucho tráfico ni tampoco mucha gente.
A mitad de la avenida paramos a tomar una cerveza en una pequeña terraza. Es el único lugar en el que vimos algún occidental. En el resto de la ciudad, aunque no con tanto descaro como en el resto del país, recibimos miradas de los locales extrañados por ver turistas.
Detrás del parque Rudaki está, según dicen, el poste de bandera más alto del mundo y que puede verse a muchos kilómetros de distancia. No sabemos si es así, pero era inmenso e imponente. Paseamos alrededor del Parque Rudaki, una zona calles anchas junto al palacio presidencial, que es imponente.
Cerca del parque hay varias estatuas y monumentos, la mayoría a Ismail Somoni y a Rudaki.
Ismail Somoni fue emir del Imperio Samánida y es un héroe nacional. Los tayikos, han dado el nombre de este emir a muchos monumentos, a su moneda y al pico más alto de Tayikistán.
No paramos demasiado rato alrededor de la estatua, ya que estaban merodeando varios policías y habíamos leído que suelen acercarse a los turistas para pedirles mordidas. De hecho, cuando nos acercamos a la primera estatua, vimos como, poco a poco, se nos acercaba un policía y rápidamente cruzamos de acera para evitarlo.
Callejeamos un poco por las calles de alrededor, aunque no encontramos mucho más que visitar… Además, era tarde y preferimos volver tranquilamente al hotel andando, para llegar de día y descansar.
Dusambé es una ciudad de obligado paso durante la ruta del Pamir, ya sea en un sentido o en otro. Salvo por las comodidades, no tiene nada del encanto que habíamos visto a lo largo de la ruta.
Ya en el hostel, cenamos algo de fruta en el patio y charlamos con algunos turistas que estaban haciendo la ruta, con su propio coche, desde Europa hasta Mongolia (Pamir Rally).
Al día siguiente nos despediríamos de Tayikistán para conocer el enigmático Uzbekistán.
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 21 días en Kirguistán, Tayikistán + GBAO y Uzbekistán.