Una vez situados en Tiflis, salimos a visitar la ciudad con más tranquilidad.

Aunque lo habíamos visto el día anterior por la noche, fuimos a visitar la torre del reloj de día. Cada hora punta, el reloj saca todo su esplendor y da la hora con un pequeño espectáculo. Fue construido en 1887 para celebrar el bicentenario de la liberación de Georgia de la ocupación persa. La torre tiene una inclinacion evidente que la hace aún más particular.

Al lado de la torre del reloj, está el museo de marionetas, que cierra en agosto y vuelve a abrir en septiembre, por lo que no pudimos verlo.

Desde allí fuimos andando al Puente de la Paz, bastante moderno, ya que se inauguró en 2010. Se puede cruzar a ambos lados de manera gratuita. Cruza el río Mtkvari, y separa el casco antiguo del «nuevo Tiflis».

Al otro lado hay un gran parque. Desde la orilla, salen rutas en barco por el río, que te permiten ver la ciudad de otra perspectiva. Nosotros pensamos hacerlo, aunque al final no nos montamos. En general, los paseos duran unos 30 minutos y cuesta unos 10€ por persona (los niños hasta 12 años no pagan).

También en este parque podrás ver un gran globo. Está abierto de 9:00 am de la mañana a 3:00 am de la mañana. Cuesta 55 GEL por persona y 40 GEL los niños pequeños. El viaje dura 10 minutos y sube a 150 metros. Nosotros no subimos porque nos pareció algo caro.

Donde sí montamos, fue en el teleférico de Narikala. Va desde este parque hasta la zona alta de la ciudad, donde se encuentra el monumenot de la madre de Georgia. El viaje de ida y vuelta vale 5 GEL. Los niños menores de 6 años no pagan. Hay que pagar la tarjeta Metro Card, que vale 2 GEL y que sirver para pagar también el transporte público. El teleférico abre a als 10:00 am y cierra a las 0:00 de la noche. Hay bastante cola.

Una vez llegamos arriba, disfrutamos de un paseo hasta el monumento a la madre de Georgia.

Además, hay unas vistas increíbles de la ciudad. Hay varias tiendas, puestos de souvenirs, etc.

Para bajar, no había tanta cola y volvimos al punto inicial. Después, fuimos a la Iglesia de Metekhi, que pudimos visitar por dentro, y también disfrutar de las vistas del río, del monumento del rey Vakhtang Gorgasali.  Desde el otro lado del río, se puede ver la iglesia y varias capillas debajo de la misma.

Desde allí cruzamos al casco antiguo de la ciudad, visitando la Iglesia de Georgia-Armenia.

Enfrente, decidimos parar a comer en Casa José, un restaurante español en el que pudimos disfrutar de platos sin gluten típicos de España.

Tras la comida, pasamos por la mezquita Juma. No se puede entrar, pero es muy bonita desde fuera.

Bajamos de nuevo a la zona baja de la ciudad y cogemos un taxi para ir al Parque Mtatsminda.

Está en la parte más alta de la ciudad, a unos 20 minutos en coche del centro.

En el parque hay un montón de atracciones tanto para mayores como para niños. Para montarse en las atracciones hay que comprar una tarjeta, que vale 2 GEL y que puedes recargar en varios puestos y luego ir pagando en cada una de las atracciones (cada atracción tiene un precio).

También hay un pequeño zoo, en el que puedes dar de comer a animales pequeños. La entrada se paga aparte y cuesta unos 8€ por adulto. Los niños no pagan, aunque tienen que ir acompañados.

África se montó en varias atracciones y disfrutamos también paseando por el parque.

Para bajar a la ciudad, decidimos coger el teleférico, que cuesta 5 GEL por persona y que se puede pagar con la tarjeta del parque. El final del viaje es en una calle cercana a Freedom Square, a unos 10 minutos andando. También se puede volver desde arriba en taxi o en autobus.

Pasamos por la conocida Freedom Square y fuimos caminando hasta el apartamento, paseando por la calle Pushkin.

Cenamos en el apartamento y descansamos para el día siguiente.