Nos despertamos en Bled. Pasaríamos la noche en Piran, pero, de camino, teníamos intención de visitar dos lugares interesantes de Eslovenia: la Cueva de Postojna y el Castillo de Predjama. Aunque también estñan de camino las cuevas de Scokjan, decidimos centrarnos en las primeras. Hay opiniones para todos los gustos sobre cuáles son mejores. Si tienes tiempo, por supuesto, visitar las dos puede ser la mejor opción para dar la mejor opinión….
Nosotros nos dirigimos a las de Postojna, a unos 100 km de Bled, aproximadamente a 1 hora y media en coche. Una vez allí, aparcamos en el parking de pago (6€ por todo el día) y nos dirigimos a la cola para comprar los tickets. Se puede comprar la entrada a la cueva o la entrada combinada con el castillo de Predjama. En nuestro caso, elegimos la opción combinada: 89,60€ para dos personas, incluida audioguía en ambos lugares.
Comprada la entrada, hay que dirigirte a la zona de acceso, donde en diferentes horarios, casi cada hora, se puede acceder a las cuevas a través de un pequeño tren.
La cueva está abierta todo el año. De mayo a septiembre hay tours cada hora, empezando a las 9:00 y terminando a las 17:00h. En julio y agosto, hasta las 18:00h. El resto del año la frecuencia de tours es menor, con tours a las 10:00, 12:00 y 15:00.
La cueva tiene más de 20 km, pero se recorren unos 3-4 km en tren y, aproximadamente, 1 km a pie. El recorrido en tren te permite ver las galerías con sus formaciones, estalagmitas y estalactitas… de una manera diferente. Abrígate, ya que dentro hace bastante frío.
Una vez el tren para, hay un recorrido andando, acompañados por un guía, y escuchando las explicaciones a través del audioguía. El camino es sencillo, aunque en ocasiones resbaladizo. Desde nuestro punto de vista, no recomendable para ir con carros de niños o en silla de ruedas.
Nos gustó mucho la visita a esta cueva. Fue muy interesante y no es muy larga (aproximadamente, 1 hora y media en total). Te recomendamos visitarla.
Tras acabar, comimos algo rápido en el propio parking y nos dirigimos al castillo.
El castillo de Predjama se encuentra a unos 10 Km desde las Cuevas de Postojna. Nada más llegar a la entrada de la aldea donde se encuentra, los lugareños, perfectamente organizados, iban parando a los coches para cobrar por el parking: 5€ por aparcar en una especie de descampado desde el que acceder al castillo. No hay muchas más opciones, por lo que, resignados, pagamos el «peaje» y nos dirigimos al castillo.
Si no has comprado la entrada combinada, Cuevas+Castillo, allí mismo podrás comprar la entrada, que tiene un coste de:
- Adultos: 17,5€
- Estudiantes (16-25 años): 14,00€
- Niños de 6 a 15 años: 10,50€
- Niños hasta 5 años: 1,00€
El horario varía en función de la época del año. Puedes consultarlo aquí.
Lo que hace único a este castillo es que está construido entre las rocas de una montaña. De camino, hay varios miradores desde donde observarlo y poder sacar unas bonitas fotos.
Después, llega el momento de entrar en la fortaleza.
Te dan una audioguía y puedes hacer la visita a tu aire y dedicar en el tiempo que quieras. Nostros estuvimos una hora, más o menos.
Lo que más nos gustó fue parte de la historia del castillo y de Erasmo, un joven noble que lo habitó.
Erasmo sirvió al Rey Federico III de Austria hasta que este ejecutó a uno de sus mejores amigos de manera injusta. Erasmo cortó las relaciones con el Rey y se refugió en este castillo. Las tropas austriacas trataron de asediarlo, durante más de un año, sin éxito. Su principal táctica era cortarle los suministros, pero, sin saber cómo, los habitantes del castillo siempre disponían de víveres. Finalmente, un sirviente de Erasmo lo traicionó y desveló a las tropas austriacas cómo matarle. De un cañonazo, en el baño del castillo, una zona expuesta, Erasmo murió. Entonces, pudo descubrirse que traía los víveres a través de una cueva secreta que hay el castillo, hasta la cual se puede llegar en la visita.
Erasmo es venerado en Eslovenia, ya que se le considera una especie de Robin Hood: robaba a ricos comerciantes.
Desde Predjama, continuamos la ruta hasta llegar a Piran, otros 100 km, que hicimos en, aproximadamente, hora y media. Dejamos el coche en el parking Fornace, aunque pudimos entrar a dejar nuestras maletas al apartamento, con un permiso que el dueño te emite, para que, en las barreras de entrada al casco histórico, te permitan el acceso durante 1 o 2 horas.
Cansados por el largo día, nos fuimos a dormir para al día siguiente poder visitar esta pequeña ciudad costera.
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 13 días en Eslovenia y Croacia.