La Palma

Visitamos esta maravillosa isla en 2019 en una pequeña escapada.

Para alojarnos, elegimos unos apartamentos cercanos a la capital, Santa Cruz, para así poder cocinar y estar tranquilos en lo relativo a la comida. Cerca del apartamento había un supermercado Spar, donde encontramos muchos productos genéricos y muchos productos sin gluten.

Íbamos a estar pocos días y al alojarnos en apartamento, todo iba a ser más fácil, gastronómicamente hablando.

Enriclai

También queríamos probar algún restaurante local. Leímos muy buenas reseñas del restaurante Enriclai, en Santa Cruz. A la vuelta de una de las rutas por la isla, paramos para preguntar si tendrían opciones sin gluten y si había que reservar. La dueña nos atendió de maravilla, nos explicó cómo cocinaba y estaba acostumbrada a atender a celiacos. Reservamos mesa en el pequeño restaurante (tiene sólo 3 -4 mesas) para cenar al día siguiente. Nos gustó tanto que, incluso, repetimos de nuevo antes de volver a la península.

Carmen, la dueña del restaurante, es una mujer muy atenta, cariñosa y agradable, que te hace sentir como en casa. Trabaja con gran pasión y te recibe con una gran sonrisa y humor nada más entras por la puerta. Además, no tienen carta y los platos, que preparan cada día en función de lo que haya en el mercado, te los recita Carmen de manera muy divertida. En general, podrás probar verduras, frutas, pescados y carnes, además de unos postres riquísimos.

Todos los productos son naturales, de buena calidad y preparados con mucho mimo. Aunque la mayoría de platos estaban preparados con productos genéricos, hicimos énfasis en lo relativo a la celiaquía y contaminación cruzada. Carmen nos aseguró que no tendríamos problema. Así fue, cenamos muy tranquilos.

Sinceramente, no tenemos fotos de los platos, pero te aseguramos que merecen la pena y te animamos a visitar, seas celiaco o no, el restaurante Enriclai y te dejes aconsejar por Carmen.

Bar Restaurante Cerveza Isla Verde

Recorriendo la parte oeste de la isla, hicimos una parada para tomar algo en un restaurante cerca de la carretera. Para nuestra sorpresa tenían cerveza sin gluten. ¡Y además era de tirar! Tenían además dos variedades, Julieta Rubia y Julieta Negra. Probamos ambas y nos encantaron. Como no teníamos prisa, nos sentamos en la terraza exterior del restaurante. Charlando con la camarera, nos dijo que podría prepararnos alguna opción sin gluten para comer. Nos ofreció patatas y pimientos, que, junto con las cervezas, hicieron que tuviéramos una comida muy rica e inesperada.

Casa Demetrio en Los Tilos

Tras visitar la cascada de los Tilos, paramos en un bar tranquilo con mesas exteriores. Sólo queríamos tomar algo, pero aprovechamos a preguntar si tenían opciones sin gluten. Nos dijeron que podían adaptar algunos platos y que además, uno de sus platos típicos, las patatas con mojo y queso eran libres de gluten. Nos animamos a probarlas y nos gustaron mucho.