Una buena opción donde pasar un día, si estás en Katmandú, es ir a Bhaktapur. Antes de nuestro ruta por el Tíbet, reservamos el día anterior para hacerlo. Así que nos levantamos con energía para pasar el día allí.
La ciudad de Bhaktapur está situado a unos 15 km de Katmandú. Se puede llegar desde Thamel, o desde cualquier otro punto de la capital, mediante una de las 3 opciones siguientes:
- En taxi. La opción más rápida, pero también la más cara. Puede salir por unos 1000 NPR (unos 8€) solo la ida, aunque puede variar en función de cómo negocies con el taxista.
- En autobús local. La opción más auténtica y barata, pero también la más lenta y caótica. El precio: apenas 25 NPR por persona y trayecto.
- Autobuses o microbuses para turistas. Son algo más caros que los anteriores (unos 150 NPR) pero también algo más cómodos.
Lo normal sería tardar 30 minutos en taxi y 1 hora en autobús. Sin embargo, el tráfico en Katmandú es caótico e impredecible, por lo que ese tiempo se puede multiplicar por dos o por tres…
Incluso coincidimos con un chico en Katmandú que nos dijo que solía ir andando a Bhaktapur. Al principio, nos pareció una locura, pero tras el viaje de ida y vuelta en autobús, ¡nos pareció hasta una buena opción!
Nosotros cogimos el bus local en la estación de Bagbazar y ¡fue toda una experiencia! Es un bus abarrotado, que se va llenando según te vas acercando a Bhaktapur. Hay un chico que va en la puerta delantera del autobús gritando el destino todo el rato y, cuando alguien le hace una señal (no tiene porque ser en paradas determinadas, que las hay), para. El control de cuanto paga uno u otro parece de locos, ya que le van pagando al bajar… pero el caso es que el chico lo tiene todo controlado y se entienden.
Nosotros nos bajamos en la última parada, que es la estación de Bhaktapur, y nos cobró 50NPR a los dos, 25 NPR (menos de 20 céntimos de €) por persona.
Desde allí, andando a la entrada de la ciudad, hay unos 5 minutos. Enseguida encontrarás la taquilla y el cartel con el precio para entrar en el conjunto histórico; 1500 NPR (unos 12€) por persona. A priori, parece que puedas caminar por la ciudad sin pagar una entrada y que no hay control alguno, aunque vimos que no es así, pues, tras llevar un rato callejeando, el mismo hombre que nos había vendido la entrada, apareció de repente y nos pidió que se la enseñáramos.
Esta entrada se cobra desde 1993 a todos los turistas extranjeros y se utiliza para la preservación de la cultura, el patrimonio, la limpieza de la ciudad, la construcción y desarrollo de infraestructuras y la educación.
Todas las entradas a la ciudad monumental están incluidas en el precio anterior, salvo el Museo Nacional, por el que pagamos 150 NPR (1€) por persona. Desde nuestro punto de vista, este último no merece demasiado la pena. Él único punto curioso del museo es que incluye fotos de todos los reyes de Nepal de la historia, hasta el último, y antepenúltimo, el cual asesinó en una cena a toda su familia para suicidarse después, sin que los motivos estén muy claros y pertenezcan a la cultura popular.
El hecho fue muy sonado en el país, y los funerales de los miembros de la familia real se celebraron en Pashupatinath, que visitamos nuestro último día en Nepal.
Aunque te recomendamos callejear por Bhaktapur, por supuesto no te puedes perder los puntos principales de la ciudad:
- La plaza Durbar
- La plaza de la Alfarería
- La plaza Taumadhi
- La plaza Dattatreya
La plaza Durbar está bastante deteriorada tras el terremoto de 2015, aunque se mantienen en pie muchos de sus edificios, hechos de piedra, metal, madera y terracota. Aquí podrás ver, entre otros, el templo de Vatsala, el palacio de las 55 ventanas, la Gran Campana…
La plaza de la Alfarería acoge a muchos artesanos trabajando la cerámica. Podrás ver cientos de ollas y de otros utensilios de cerámica secando al sol en medio de la plaza, o incluso dentro de los hornos. Un lugar curioso.
En la plaza Taumadhi se alza, imponente, la pagoda de Nyatapola, perfectamente custodiada. Puedes subir a lo alto y contemplar Bhaktapur o simplemente relajarte observando la plaza y la gente, tanto turistas como locales, abajo.
La plaza Dattatreya alberga el templo del mismo nombre.
Aunque en la ciudad abundan los restaurantes y pequeños bares, nosotros llevamos uno de nuestros batidos sin gluten, que tomamos tranquilos en una de las plazas. Lo que sí hicimos fue aprovechar a comprar algunos regalos. Bhaktapur es un buen sitio para comprar artesanía, ya que la mayoría de la que verás en Katmandú no está fabricada en la capital. Por lo tanto, en Bhaktapur es más barata y además encontrarás algunas cosas menos típicas.
Tras comprar algunos recuerdos, fuimos a la estación de bus para volver a Katmandú. Cogimos el autobús que ya iba repleto, volvimos a pagar el mismo precio que por la ida y disfrutamos de una vuelta curiosa. Muchísima gente con la que aprovechamos a hablar, mucho tráfico… y mucho tiempo para llegar a Katmandú. Tardamos casi 2 horas en llegar a Thamel.
Después de un largo día, caímos rendidos pronto y así descansar para nuestro próximo destino: el Tíbet.
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 23 días en Nepal, Tíbet y Bután.