Visados

El Tíbet sólo puede visitarse viajando en grupo, a través de agencias de viaje especializadas,con sede en China, y a través de viajes organizados.

A través de la agencia, hay que rellenar una serie de permisos especiales, empezando por un visado chino de grupo. Este visado no estará en tu pasaporte, sino que será un visado en papel que, junto con otra serie de permisos especiales, tu guía llevará durante todo el viaje.

Antes de viajar, nos pidieron que enviáramos varios documentos a la agencia. Después, una vez en Katmandú, fuimos a una oficina de la agencia local, donde dejamos el pasaporte, durante unas horas, para que gestionaran los trámites finales con la embajada. Después, tuvimos que pasar a recogerlo. El coste del visado depende de tu nacionalidad. En nuestro caso, pagamos unos 90$ por persona.

Se recomienda gestionar el visado y el paquete de viajes con la máxima antelación posible, ya que los trámites son lentos. 

Una vez llegamos al aeropuerto de Lhasa, allí nos estaba esperando nuestro guía, con todos los papeles y autorizaciones necesarios, que junto con nuestro pasaporte, etc. tuvimos que mostrar en la aduana.

Como recomendamos siempre, es aconsejable llevar fotocopias del pasaporte separadas de los originales, sacar fotos del visado y auto-mandarlas al e-mail para que, en caso de robo o pérdida, disponer de ellas y así evitar numerosos problemas burocráticos. En Tíbet, más aún si cabe, ya que, en teoría, tienes que ir en todo momento acompañado de tu guía y grupo.

Vacunas

Si vas a viajar a Tíbet no hay vacunas obligatorias, más allá de las generalmente recomendadas, habitualmente incluidas en los calendarios sistemáticos de vacunación, que son:

  • Tétanos-difteria/Tétanos-difteria-tos ferina
  • Triple Vírica
  • Hepatitis A

Puedes ver qué vacunas son obligatorias y cuales se recomiendan, para visitar Tíbet, en el apartado de China, en la página de la Asociación Española de Vacunología.

Para más información sobre vacunas que pueden ser de interés para viajes internacionales, también puedes visitar la página del Ministerio de Sanidad.

Seguro de Viaje – Sanidad

Como siempre, nosotros consultamos lo relativo a seguridad y sanidad en la página del MAEC.

En nuestro caso, además, tratamos siempre darnos de alta en el Ministerio para que, en caso de una emergencia o  catástrofe, tanto en origen como en destino, la embajada sepa que estamos allí y pueda contactarnos. Actualmente, el registro se hace a través de una aplicación que te puedes descargar en el móvil. Está disponible, tanto para Android como para iOS, en el siguiente enlace de MAUC.

En lo relativo al seguro, nosotros contratamos casi siempre con IATI. Nunca hemos tenido ningún percance grave, pero las coberturas que ofrecen son muy completas y la atención al cliente, siempre que hemos tenido alguna duda, ha sido excelente. La modalidad de seguro, la cogemos en función del viaje que hagamos, actividades, altura sobre el nivel del mar a la que estaremos, el coste de la atención sanitaria en destino (no es lo mismo ir a un país con sanidad pública aceptable que a uno en el que sea privada y el coste de una operación sea elevado).

En este caso, teniendo en cuenta que hacíamos un viaje de 23 días a Nepal, Tíbet y Bután y que íbamos a estar a más de 5.000 metros de altura en Tíbet, cogimos los siguientes seguros:

  • IATI Estrella + anulación. Cogimos la opción «con suplemento» para estar cubiertos en trekking hasta 5.000 metros de altitud. En Nepal, Tíbet y Bután íbamos a estar haciendo trekkings a más de 3.000 metros. En el caso de Tíbet, íbamos a estar a más de 5.000 metros.
  • World Nomads Standard. Este seguro lo cogimos únicamente para los días que íbamos a estar en el Tíbet, ya que su cobertura incluía trekking o camping a más de 5.000 metros. En el campo base del Everest (EBC) estuvimos durmiendo a más de 5.200 metros de altura.

Es importante estar cubierto siempre por un seguro, pero en este tipo de viajes, más si cabe. Las consecuencias del mal de altura son impredecibles, en función de la persona y el momento, por lo que es mejor estar asegurado.

A día de hoy, en 2022, si volviéramos a hacer este viaje, contrataríamos el seguro IATI mochilero, pues, actualmente, cubren el trekking hasta 5.400 metros de altitud.

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Iati seguros

Seguridad

Tíbet es muy seguro. No tuvimos sensación de inseguridad en ningún momento. El único punto que puede crear «inseguridad» es todo lo relativo al conflicto político. Nos recomendaron, en todo momento, evitar hablar en público sobre el conflicto Tíbet-China, sobre el Dalai Lama, ni mostrar ningún símbolo que pueda generar un problema para las autoridades chinas. 

Nosotros hicimos lo posible por evitarlo, a pesar de no estar de acuerdo con el trato del gobierno chino a los tibetano. Lo contrario, puede suponer tu detención inmediata. De acuerdo con la legislación china, una persona puede estar detenida en régimen de incomunicación hasta 30 días sin necesidad de probarse su culpabilidad.

Es por ello, que en el ambiente se palpa un punto «incómodo». Además, se nota una gran diferencia de trato a los ciudadanos tibetanos y a los ciudadanos chinos.

Sin entrar en más detalles del conflicto, nuestra recomendación es que trates de ser lo más discreto posible, evites confrontación y que, si tienes dudas o preguntas sobre el conflicto, las preguntes de manera discreta a tus guías, para evitar ponerles a ellos en una aprieto.

Fuera de lo anterior, la inseguridad puede darse por los desastres naturales y sus efectos. Los efectos de los monzones pueden provocar que haya corrimientos de tierra que afecten a las carreteras, etc. Nosotros lo vivimos en primera mano, sobre todo en el recorrido entre la frontera del Tíbet y Katmandú.

Transporte

La mayoría de las rutas para recorrer Tíbet se inician en su capital, Lhasa. Para llegar hasta allí, los principales medios para hacerlo son: en tren, desde China continental, o en avión, desde alguna ciudad china o desde otros países.

En nuestro caso, volamos desde Katmandú. Contratamos el vuelo nosotros mismos, por internet, con la compañía Sichuan Airlines. El vuelo nos costó 325$ por persona, sólo ida. El vuelo entre ambas capitales dura, aproximadamente, 1hora y 30 minutos. Además, al llegar a Lhasa, tendrás que adelantar el reloj 2 horas y 15 minutos.

El vuelo entre ambas ciudades no es un vuelo fácil, ya que vuelas entre las grandes cumbres del Himalaya y las condiciones climatológicas suelen ser adversas. Nos dijeron que, en muchas ocasiones, por el clima, los vuelos se tenían que desviar a Chengdú o incluso tenían que volver a Katmandú. Nosotros tuvimos mucha suerte y pudimos aterrizar en Lhasa, aunque la aproximación al aeropuerto fue bastante movida.

Una vez dentro de Tíbet, al tener que viajar con un tour organizado, el único modo de moverse como turista es en microbus o coche 4×4.

Sorprendentemente, la mayoría de las carreteras principales del Tíbet, actualmente, están en un estado que supera incluso a las carreteras de occidente. China ha invertido muchísimo dinero en las infraestructuras de Tíbet en los últimos años.

Fuera de las carreteras principales, recorrimos carreteras en peor estado, sobre todo en las zonas de montaña. De hecho, en una de ellas nos quedamos atrapados por el barro durante unas horas.

Fuera de Tíbet, si decides hacer el recorrido desde la frontera tibetana hasta Katmandú, ten en cuenta que el estado de la carretera del lado nepalí es desastroso. Es una carretera de barro con corrimientos de tierras, baches, socavones y en la que, literalmente, pondrás tu vida en juego. El trayecto dura, por lo tanto, muchas horas. El paisaje y la experiencia fueron increíbles, aunque creemos que para hacer sólo una vez en la vida.

Alojamiento

En general, Tíbet tiene una infraestructura hotelera correcta, sobre todo en Lhasa. Los hoteles  se reservan dentro del paquete con la agencia de viajes autorizada, hay dos categorías de hoteles disponibles: hoteles de 3 estrellas u hoteles de 4/5 estrellas.

Dentro de estas dos categorías, la agencia te asignará un hotel, en función de la disponibilidad y el recorrido que hayas elegido. Quizás puedas elegir entre 2 o 3 opciones, en función de tu agencia. En cualquier caso, fuera de Lhasa, no hay demasiadas opciones. De hecho, en algunas ciudades no hay elección y, tanto si eliges una categoría u otra, todos os alojareis en el mismo hotel. Lo mismo ocurre en el Campo Base del Everest (EBC), donde sólo hay una opción de alojamiento.

En Lhasa, la diferencia de precios entre una categoría de hoteles y otra era bastante. Nosotros elegimos hoteles de 3 estrellas y estuvimos muy cómodos, con todo lo necesario.

Hotel Gangjian en Lhasa

Está situado en una de las principales avenidas de la capital. Andando durante unos 25 minutos por esta avenida, se llega al imponente Potala.

La habitación del hotel era cómoda, limpia y con todo lo necesario. El desayuno estaba incluido y pudimos tomar algunos productos genéricos libres de gluten (sobre todo fruta).

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Hotel Gangjian

En el hotel había una pequeña tienda donde, además de vender algunos souvenirs, como curiosidad, te podían medir tu nivel de oxígeno en sangre y vendían pequeñas botellas de oxígeno.

Nos alojamos aquí durante 3 noches.

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Vistas increíbles

Puedes subir a la azotea, donde puedes tomarte algo mientras disfrutas de unas magníficas vistas del Potala.

Hotel Manasarovar en Shigatse

El hotel Manasarovar es uno de los pocos hoteles de Shigatse. Está muy bien ubicado, en el centro de la ciudad, lo que nos permitió poder pasear por la ciudad y ver su mercado, que está situado muy cerca del hotel.

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Hotel Manasarovar

La habitación, como en Lhasa, era amplia y con todo lo necesario. En el hotel pudimos también desayunar algunas opciones, ya que, aunque no había productos específicos sin gluten, el buffet tenía mucha variedad.

Nos alojamos aquí una noche, antes de partir hacía el Everest.

Rongpuk Guest House en Everest Base Camp (EBC)

El campo base del Everest (EBC) está repleto de tiendas de campaña de todos los tipos y tamaños para los alpinistas. Sin embargo, para los turistas, no hay muchas opciones. Hay un campamento de grandes tiendas para los turistas chinos. Para el resto de turistas, la única alternativa es el Rongpuk Guest House.

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Rongpuk Guest House

Es un lugar muy austero, con habitaciones compartidas, baños (o más bien letrinas) comunes, y un pequeño restaurante donde pudimos tomar algo caliente antes de dormir y por la mañana. Además, dormir aquí, a más de 5.000 metros, es un reto por el mal de altura.

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El interior de Rongpuk Guest House

Nosotros dormimos las 6 personas de nuestro grupo en una habitación compartida. Nosotros 2, dormimos poco y a ratos, por el mal de altura y por el frío. La habitación tenía mantas eléctricas y también teníamos oxígeno, pero no fue suficiente para pasar una buena noche. Aunque pasar una noche allí, es toda una experiencia…

Gyirong Guest House en Kyirong

El último pueblo más o menos grande antes de llegar a la frontera nepalí, es Kyirong (o Gyirong), donde no hay muchas opciones para alojarse. Nosotros nos quedamos en el hotel del mismo nombre.

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Gyirong Guest House

Un sitio muy sencillo, con habitaciones dobles y baño privado. Está en el centro de la ciudad, aunque llegamos muy tarde y solamente dimos un paseo por los alrededores. El hotel tiene un pequeño restaurante, donde cenamos y nos adaptaron los platos haciendo que fueran aptos para celiacos.

Tours y excursiones

El Tíbet sólo puede visitarse viajando en grupo, a través de agencias de viaje especializadas, con sede en China, y a través de viajes organizados. Cuando viajamos en 2018, no había otro modo de hacerlo. Se puede formar parte de un grupo o que el grupo sea privado (en nuestro caso, de 2 personas). Sin embargo, esta última opción era mucho más cara, unos 800$ por persona y preferíamos compartir experiencia con otros viajeros.

Eso sí, un punto importante para nosotros era encontrar una agencia que fuera lo más «tibetana» posible, que fuera auténtica y que estuviera lo menos «influenciada» posible por China. Tras leer varias recomendaciones y escribir a varias agencias, por e-mail, nos decidimos por Tibet Vista.

Cruzamos decenas de correos con ellos para resolver todas las dudas que teníamos, que no eran pocas. Tenían muchas opciones y tours. Nuestros principales sueños eran visitar el Potala y llegar hasta el campo base del Everest, por lo que, finalmente ,elegimos un tour de 7 días que empezaba en Lhasa y acababa en Katmandú.

Pudimos elegir entre varias fechas en las que formaríamos parte de un pequeño grupo, que no conocíamos. Reservamos con antelación, por lo que conseguimos un descuento adicional. Finalmente, pagamos unos 1100$ por persona. En este precio estaba incluido todo el tour, aunque no estaba incluido el vuelo a Lhasa (que compramos nosotros, pero que la agencia puede gestionar), las comidas y cenas, las propinas y los visados. Sobre estos últimos, como hemos contado arriba, lo gestionamos directamente con la agencia, ya que, además de los permisos especiales para entrar en el Tíbet, necesitas un visado chino grupal.

Una vez en Tíbet todo fue bien con la agencia. Nuestro guía, Jigme, y el chófer, Namgar, nos cuidaron de maravilla. Trataron de responder lo mejor posible a nuestras curiosas preguntas sobre el país, la cultura, la historia… Y, por supuesto, nos ayudaron mucho tratando de explicar en los restaurantes y hoteles sobre la celiaquía, para que pudiéramos comer lo mejor posible. Con Jigme hablábamos en inglés y con Namgar tratamos de practicar un poco de tibetano.

Además, tuvimos la suerte de viajar con un pequeño grupo con el que congeniamos y pasamos muy buenos ratos: una pareja (Sandra y Don), Edwin y Anneke.

Nos movíamos, prácticamente, todo el tiempo con el grupo, ya que no está del todo permitido pasear por tu cuenta. Nosotros paseamos solos por las ciudades con nuestro pasaporte y copia de los permisos chinos que había emitido la agencia y con el número de teléfono del guía y la agencia, en caso de ser parados por la policía o tener algún problema.

Nos hubiera encantado recorrer más zonas del Tíbet, pero nos alegramos mucho de haber cogido ese recorrido, que recomendamos. El único punto negativo fue el día de ruta entre la frontera de Tíbet y Nepal hasta Katmandú. El guía y el chófer tuvieron que dejarnos en la frontera tibetana y desde allí el viaje fue bastante caótico, por el estado de la carretera y algunos problemas que tuvimos con los chóferes nepalíes, que querían pedirnos más dinero del acordado por llevarnos. Finalmente, conseguimos, no sin esfuerzo y paciencia, que desde la agencia se hicieran cargo de ese «sobrecoste» que los chóferes nos pedían.

Aunque no nos gustan los viajes organizados, para recorrer el Tíbet no nos quedaba otra alternativa. Tenemos que reconocer que lo pasamos bien, ya que, además, de tener un buen grupo, Jigme nos lo puso muy fácil. Sin embargo, en el caso de Tíbet, se palpa una vigilancia gubernamental continua que hace que, más que organizado, estés controlado. Nosotros tratamos de aprender y conocer lo máximo posible, para tener aún más claro nuestro punto de vista, y, a la vez, ser discretos para no meternos en un lío y disfrutar lo máximo posible. Y, eso sí, a la vuelta, poder contar la dura realidad del pueblo tibetano y como, a pesar de ello, son un pueblo encantador y maravilloso.

Puedes leer nuestra experiencia con Tibet Vista en el artículo que escribimos.

Mochila-Equipaje

Comida:

Si quieres llevar alimentos en tu equipaje y no quieres que te los requisen, lo recomendable es revisar previamente las leyes sobre transportar alimentos en la maleta, mochila o bolso de viaje.

No hay indicaciones específicas sobre la comida que se puede importar a Tibet. Como no está indicado, al menos, recomendamos no llevar aquellos productos que suelen estar prohibidos en la mayoría de los países: semillas, leche y derivados, carnes y, en general, productos manufacturados abiertos.

Comida Gluten Free:

En general, se permite llevar, para el trayecto del avión, algunos alimentos si se tratan de alimentos para celíacos o alimentos especiales por alguna intolerancia. Lo mejor es enseñarlos en el control de seguridad y llevar contigo una justificación de tu condición particular traducida.

Líquidos:

Para poder pasar comida líquida por el aeropuerto, estos deben de cumplir con las condiciones generales de líquidos en el equipaje. En el equipaje de mano se permiten como máximo 10 recipientes de 100ml cada uno. Todos estos recipientes los debes guardar en una bolsa transparente con auto cierre. En el equipaje facturado no existen restricciones de tamaño para transportar líquidos.

Nuestra Mochila:

Si quieres ver cómo solemos preparar nuestra mochila, puedes ir a Gluten free – Prepara tu mochila.

Otros imprescindibles:

Está prohibido introducir símbolos tibetanos, como la bandera del Tíbet, fotos del Dalai Lama o libros que puedan generar controversia al gobierno chino. En el aeropuerto nos revisaron la maleta buscando este tipo de artículos. Sobre los libros, los miraron con bastante detalle y nos preguntaron sobre su contenido, temática, etc.

En qué época viajar

La mejor época para ir al Tíbet es en el período de abril a octubre. En esta época tendrás un clima más agradable y, en caso de querer ver el Everest, tendrás más opciones. Son pocos los días que puedes verlo despejado. Es una cuestión de suerte, pero tendrás más probabilidades si viajas durante estos meses. El único problema de julio y agosto es que puedes tener más lluvias.

El invierno tibetano es duro y no es la mejor época para viajar.

Dinero, tarjetas, moneda, propina

La moneda de Tíbet es el yuan chino (CNY). En el momento de nuestro viaje, 1€ equivalía a unos 8 CNY. Hasta 1959 hubo varias monedas tibetanas en circulación, pero desde entonces se utiliza, principalmente, la moneda china.

Aunque pudimos pagar en algunos sitios en dólares y cambiar algo de dinero en el hotel de Lhasa, previamente, habíamos aprovechado a cambiar algunos yuanes en una de las muchas casas de cambio de Katmandú.

Vimos varios cajeros automáticos, principalmente en Lhasa, aunque fuera de la capital su uso no está tan extendido.

Nosotros llevamos nuestras tarjetas de débito/crédito habituales, aunque las utilizamos en Tíbet, ya que habíamos pagado a la agencia la mayoría de las cosas antes de viajar. Simplemente cambiamos algo de dinero para comer/cenar algún día, comprar algún souvenir y para tomar algo.

En lo relativo a las propinas, es recomendable dar propina al guía y chófer una vez terminado el tour, a criterio de cada uno. La recomendación general es dar un mínimo de 7 $/día al guía y al chófer en total. Nosotros nos pusimos de acuerdo en nuestro grupo para dar entre todos una propina de manera conjunta.

Electricidad

En Tíbet el voltaje común es 220 V. La frecuencia es 50 Hz. Las clavijas y enchufes son del tipo A / C / I.  En la mayoría de hoteles tuvimos que utilizar, por tanto, adaptador universal, que nos fue muy útil. También llevamos algunas baterías portátiles para poder tener cargado el móvil durante el día. No tuvimos problemas de suministro de electricidad en nuestra estancia.


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