Hoy tocaba madrugar para ir en autobús a Puerto Natales. Reservamos el bus de las 8:00, ya que el trayecto dura unas 5 horas y queríamos llegar pronto a Puerto Natales para poder visitar la ciudad.
Al lado de hotel Patagonia hay una caseta de taxis. La tarde anterior habíamos reservado uno para ir a la estación esa mañana, a las 7:25.
Nuestra sorpresa fue que, al llegar allí, no había nadie. Pasaban los minutos y no venía ningún taxi. Empezamos a ponernos un poco nerviosos por no llegar a tiempo a coger el bus.
Por suerte y por casualidad, pasó un taxi que iba vacío, así que lo paramos y fuimos con él.
Hay que tener en cuenta que, aunque en el centro de El Calafate hay una terminal de bus, la que está operativa es la terminal nueva, Terminal de Omnibus El Calafate, que está a unos 10 minutos en taxi desde el centro. La carrera nos costó 170 ARS.
Habíamos comprado los billetes desde España, en la web, para viajar con Bus-Sur.
Recomendamos mirar los trayectos y horarios con antelación, ya que, al menos, en la época que nosotros viajamos, este trayecto no estaba disponible todos los días de la semana: únicamente, miércoles y domingos. Algo a tener en cuenta antes de organizar la ruta por esta zona.
A pesar de tener los billetes comprados, hay que ir al mostrador de la compañía para pagar la tasa de la terminal: 10 ARS por persona. Te sellan el billete que luego tienes que mostrar al conductor, por eso es recomendable llevarlo impreso.
Al subir al autobús, hay que dejar las mochilas en el maletero. Te etiquetan la mochila con un número, dándote un papel con ese número, que tienes que darle en destino al conductor para recuperar tu mochila. Un sistema arcaico, pero muy eficaz y seguro.
Las prestaciones del autobús nos sorprendieron gratamente. La verdad es que nunca hemos visto buses tan cómodos y con tantos servicios como en Chile. Hay mucho espacio entre los asientos, te dan una manta para taparte y un café calentito. Todos los buses tienen baños, que están muy limpios y son muy amplios.
El viaje fue muy cómodo, aunque tuvimos algún susto por el tiempo… estaba todo nevado y había hielo en la carretera.
Durante el viaje, el autobús para en dos pasos fronterizos: el de Argentina y el de Chile. Entre ellos, hay un par de kilómetros, que es tierra de nadie. En el paso fronterizo de Argentina simplemente tienes que pasar por la ventanilla de la aduana para que registren la salida, sellándote el pasaporte.
Una cosa importante que hay que saber es que no está permitido meter fruta y vegetales en Chile, entre otros productos. Nosotros tuvimos que comernos unos plátanos que llevábamos en este paso fronterizo, el resto de fruta se la dimos a un miembro muy especial de la aduana.
A este caballo le encanta la fruta y, ese día, se llenó la panza con la fruta de todos los viajeros.
En el paso fronterizo de entrada a Chile hay más control.
Cuando sales de El Calafate, en el bus, te dan un formulario que tienes que rellenar con tus datos para hacer el ingreso en Chile y para que te den el ticket de la tarjeta migratoria del PDI, que es como el visado de estancia en Chile. Este ticket es muy importante para moverse por el país, para alojarse en los hoteles y, por supuesto, para salir de Chiles. ¡Así que NO lo pierdas!
En este paso, te hacen sacar las mochilas y dejarlas dentro de las oficinas de la aduana. Primero te acercas a una ventanilla, donde les das tu pasaporte junto con el formulario rellanado. Una vez te devuelven el pasaporte, sellado, con el ticket PDI, coges tu equipaje y lo pasas por una máquina de escáner. Si todo está bien, vuelves con la mochila al autobús.
Al llegar a Puerto Natales, el bus nos dejó en la Terminal Rodoviario, que está cerca del centro de la ciudad.
En esta terminal hay wifi gratuito, por si necesitas escribir al hotel o para cualquier emergencia.
Según nuestro GPS, nuestro apartamento no se encontraba lejos. Escribimos por WhatsApp al contacto que teníamos y nos dijo que llegaría enseguida, así que fuimos directos allí.
Nos alojamos en los Apartamentos Apart Karró. Cada estancia tiene habitación, cocina y baño. Es todo pequeñito, pero suficiente para lo que íbamos buscando. Buena relación calidad-precio. El precio fue de 45.426 CLP (unos 68€) por 2 noches.
Está situado entre la terminal de bus y el centro de la ciudad. Nos costó encontrarlo, así que recomendamos utilizar GPS o, como nosotros, el Maps.me.
Una vez hecho el check-in y haberle pagado, ya era la hora de comer, así que nos pusimos en marcha para buscar un restaurante.
Buscamos un sitio del que habíamos leído muy buenas opiniones de celiacos: Mesita Grande. La comida muy rica, casi todo son platos italianos. La pizza sin gluten que tienen es congelada, pero tienen pasta y cerveza para celiacos. La comida nos costó 27.170 CLP (unos 32€). Un poco caro para nuestro presupuesto, pero no había muchas más opciones gluten free.
Después de comer fuimos a explorar Puerto Natales. La ciudad no tiene mucho para ver, los imprescindibles son: la plaza de Armas, pasear por la Costanera de Pedro Montt y visitar el famoso Muelle Gaffos.
El restaurante se encuentra en la plaza de Armas, donde también está la iglesia de Puerto Natales.
De ahí nos dirigimos hacia la Costanera. Las vistas desde la costa son increíbles y, aunque hacía muchísimo frío, recorrimos el paseo marítimo entero. Desde el Muelle Gaffos las vistas son preciosas, parece que no hay un fin.
Durante toda nuestra visita estuvimos prácticamente solos, disfrutando del silencio y de la soledad que transmite el lugar.
Después de casi 2 horas paseando, el frío se hizo insoportable… así que nos adentramos de nuevo en el pueblo, donde se estaba algo más resguardado del frío.
Teníamos una cita a las 19:00 con la agencia que nos organizaba la excursión del día siguiente, Patagonia Planet. Como todavía nos quedaba tiempo, nos acercamos al supermercado a comprar comida para los días que íbamos a estar allí.
Desde que David es celiaco, en determinados lugares, cogemos apartamento en lugar de hotel. Tener cocina es un extra que nos da tranquilidad a la hora de viajar, siempre puedes hacerte un par de huevos fritos. Además, es una opción más barata que ir a restaurantes para todas las comidas.
Fuimos al Unimarc, que está en el centro de Puerto Natales. Además de fruta, verdura y carne, tenían algunos productos de celiacos.
Hay también algunos comercios locales que tenían algunos productos sin gluten o sin TACC, como se indica en Chile.
Cuando salimos del supermercado ya era de noche. Después de llevar la compra al apartamento, nos abrigamos más, y fuimos al punto de encuentro, en el Hotel Casa de la Patagonia, para el briefing obligatorio para poder hacer el trekking hasta la base de las Torres del Paine.
La reunión duró 1 hora, más o menos. Allí conocimos al resto de personas que iban a hacer la excursión con nosotros y también nos indicaron e informaron de todas las medidas de seguridad que teníamos que tomar y de los riesgos del trekking.
De allí, nos dirigimos al calor del apartamento, cenamos y nos fuimos pronto a la cama… al día siguiente venían a buscarnos muy temprano para la excursión y teníamos que estar descansados para el día tan intenso que nos esperaba.
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 19 días en Uruguay, Argentina y Chile.