Stone Town es patrimonio cultural de la UNESCO desde el año 2000, por haber albergado uno de los mercados de esclavos más grandes del este de África.
Además, es un gran ejemplo de cómo distintas culturas conviven y se fusionan extraordinariamente.
Índice
Mercado de Stone Town
El mercado no sólo se encuentra en el interior, sino que se extiende también alrededor de todo el edificio. Nada más llegar te invade el olor a especias y te envuelve el bullicio del lugar.
Probablemente, al llegar, os aborden para guiaros por el mercado. Se trata de los llamados pasasi (parásitos, en suajili), que os encontrareis en todos los sitios turísticos que visitéis en Stone Town. Se suelen reconocer fácilmente, ya que se acercan a todos los turistas para ofrecer sus servicios cómo guías. No son guías oficiales, así que, si no te interesa, te recomendamos rechazar sus servicios educadamente: Hapana asante (¡No, gracias! en suajili).
Aunque en los puestos que hay en el exterior están más pendientes de los viajeros, en el interior, hay zonas ajenas al turismo, como la pescadería o la carnicería.
Una vez dentro, el mercado está dividido por sectores según los productos. En la entrada están los puestos de verduras. Después, a la derecha, está la carnicería y, a la izquierda, la pescadería. Estás son las dos zonas más llamativas para los turistas, ya que son las más auténticas. Aunque el olor es nauseabundo, ver estos productos frescos, expuestos en viejas encimeras adornadas con azulejos que un día fueron vistosos, te transporta a otra época.
Pasando estas dos zonas del edificio principal, encuentras puestos de frutas y especias.
Una gran parte del mercado está dedicado a la venta de especias y es que, no hay que olvidar que, a Zanzíbar también se le llama La Isla de las Especias. La mayoría de estos puestos son para los turistas, ya que, básicamente, las venden en formatos preparados para llevar como souvenir.
Una advertencia: no hagas ninguna foto sin pedir permiso antes. Puede que te pidan dinero por fotografiar algún puesto concreto.
Callejear por la ciudad antigua
Algo que recomendamos hacer es perderse por la calles que rodean el mercado. Merece mucho la pena adentrarse en su día a día, pasear junto a los lugareños, comprar en sus comercios, etc.
Nosotros nos perdimos, literalmente, cuando íbamos buscando la entrada al Museo de la Esclavitud, que se encuentra cerca del mercado.
Aprovechamos a comprar unas telas en una tienda local. Sandra ha empezado a coser y las telas allí eran muy baratas y, sobre todo, muy coloridas y divertidas.
Preguntamos a varias personas cómo ir al Museo. Aunque todas ellas nos indicaban la misma dirección, no éramos capaces de encontrarlo. Menos mal que un chico, muy simpático, nos acompañó hasta la entrada, ya que la callejuela por la que teníamos que ir, para llegar, estaba cortada por obras (una montaña de tierra, de más de 1 metro, cubría el acceso). Evidentemente, había más calles por las que llegar, pero, no sabemos por qué, todos estaban empeñados en que fuésemos por esa callejuela en obras.
Mercado de Esclavos – Catedral
Nada más llegar, nos indicaron que era necesario entrar con guía. Si no vas con ninguno, hay varios guías en la entrada que se turnan para acompañar a los turistas.
Actualmente, en el lugar donde se encontraba el mercado de esclavos está la Catedral anglicana de la Iglesia de Cristo y el Museo de la Esclavitud de Zanzíbar.
Se calcula que, entre 1830 y 1873, se vendieron unas 600.000 personas como esclavos. El negocio de la esclavitud en Stone Town fue dirigido por europeos, indios, árabes y líderes locales.
Puedes leer más sobre la historia de este lugar en su web.
En el exterior de la Catedral hay un monumento en memoria de las víctimas de la esclavitud. Es una reproducción de cómo se exhibían los esclavos para ser comprados: cuatro personas encadenadas por el cuello dentro de un agujero.
Miles de esclavos llegaban a Zanzíbar, la mayoría sólo estaban de paso, pero otros llegaban para quedarse. Este mercado llegó a ser un punto de compra-venta de esclavos tan grande e importante, que más de la mitad de la población de la isla llegó a ser esclava.
Al lado de la iglesia hay un edificio donde se encuentra una exposición de fotografías e información histórica que resume las atrocidades de la esclavitud durante los últimos siglos.
En su sótano se han conservado dos celdas donde se alojaban a los esclavos: una era para las mujeres y los niños, y otra para los hombres. Realmente, en este lugar, había quince celdas activas, pero sólo se han mantenido dos: para no olvidar y para que, todo aquel que visite este lugar, pueda ver y sentir una realidad que pocos podemos imaginar.
En las celdas se conservan las cadenas originales que se utilizaban para encadenar a los esclavos por el cuello y los pies.
Aunque, actualmente, han aumentado la altura de estas celdas para los turistas, nuestro guía nos contó que, en aquella época, metían a los esclavos tumbados, unos sobre otros. Los dejaban allí 3 días, sin comida y sin agua, para que sólo sobrevivieran los más fuertes. La mitad de ellos morían. Los supervivientes eran azotados en público. Los que soportaban los golpes eran los más valiosos y los más caros. A las mujeres se les violaba, públicamente, para que sus compradores vieran lo que eran capaces de soportar.
Una visita imprescindible si pasas por Stone Town. Necesaria para conocer la magnitud que tuvo el negocio de los esclavos y que desapareció no hace mucho tiempo, en 1909. Un lugar que remueve conciencias y que todo el mundo debería visitar.
- Horario: todos los días de 8:00 a 17:00.
- Entrada: 5$ por persona + propina voluntaria al guía.
La Casa de las Maravillas (Beit el-Ajaib)
Dicen que la Casa de las Maravillas no sólo es el edificio más grande de Stone Town, sino también el más alto. Se reconoce fácilmente por sus tres alturas de balcones sostenidos por columnas de hierro.
Cuando estuvimos nosotros, lo estaban reformando, por lo que no pudimos verlo. Puedes ver los trabajos de reconstrucción en su web.
Fue construido en 1883 por el sultán Barghash como palacio ceremonial, siendo el primer edificio de la isla en tener electricidad y el primero en la región en tener un ascensor.
Actualmente es el museo nacional de Historia y Cultura de Zanzíbar, donde se exponen objetos relacionados con la cultura suajili y de Zanzíbar.
Jardines de Forezani
Los Jardines de Forezani están situados frente al Antiguo Fuerte y son un lugar tranquilo, de libre acceso, en el centro de la ciudad, donde descansar y disfrutar de las vistas al mar.
Hay varias cafeterías y restaurantes donde poder sentarte y refrescarte.
Antiguo Fuerte – Old Fort
El Antiguo Fuerte, también conocido como el Fuerte Árabe, se encuentra en el paseo marítimo principal, junto a la Casa de las Maravillas y frente a los Jardines de Forezani.
Es el edificio más antiguo de Stone Town y una de las principales atracciones turísticas.
En la actualidad, dentro de sus muros un mercado de artesanía local y un anfiteatro al aire libre donde se realizan espectáculos de música y danza.
- Horario: todos los días de 8:00 a 18:00.
- Entrada: gratuita.
Museo de Freddie Mercury
Este Museo de Freddie Mercury se abrió en noviembre de 2019 en Stone Town, siendo el primer museo del mundo dedicado a Freddie Mercury.
El cantante nació en Zanzíbar en 1946. Su nombre real era Farrokh Bulsara. Su familia era parsi y habían emigrado desde la India a Zanzíbar debido al trabajo de su padre.
De hecho, el museo está situado en el barrio histórico de la ciudad, en Shangani, en un antiguo edificio que fue la casa donde Freddie Mercury y su familia se quedaron hasta que se mudaron a Inglaterra en 1963.
Además, el edificio está rodeado de comercios para turistas, lo que hace que entrar al museo sea un atractivo para muchos.
El objetivo de este museo es el de mostrar sus orígenes, su infancia y, evidentemente, el resto de su vida en una de las bandas más importantes de Rock de todos los tiempos. También se puede ver el piano que tocaba siendo joven.
Nosotros no lo visitamos ya que, además de no ser grandes fans, el precio de la entrada nos pareció un poco cara.
- Horario: todos los días de 10:00 a 18:00.
- Entrada: 10$ por persona.
Para más información, puedes visitar la página web del museo.
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 17 días en Tanzania.