Volver a hacer un gran viaje, tras todas las restricciones para viajar durante la pandemia, parecía un sueño inalcanzable.
Cuando teníamos fecha de vacunación, en junio de 2021, empezamos a pensar en qué lugar retomaríamos nuestros viajes internacionales. Y entonces, nos vino a la mente un reto pendiente: subir el Kilimanjaro.
Las restricciones para visitar Tanzania no obligaban a hacer cuarentena. Tras comprobar que podríamos viajar, nos lanzamos a los preparativos de nuestra aventura.
El trekking del Kilimanjaro, el techo de África, suponía un enorme desafío, pero también una gran ilusión. No sabíamos si estábamos lo suficientemente preparados, pero las ganas superaban al miedo. Queríamos vivir una aventura inolvidable y disfrutar, de nuevo, de tener sensaciones increíbles, de ver grandes paisajes, de conocer gente maravillosa en un lugar mágico…
Con 17 días por delante, organizamos un viaje para hacer la ruta Lemosho del Kilimanjaro, pero no podíamos irnos de Tanzania sin hacer un safari. Contratamos 2 días por el Tarangire y el Ngorongoro. Después del trekking, necesitaríamos reponer fuerzas, por lo que unos días de relax en Zanzíbar vendrían bien.
Tanzania es un país enorme con muchas cosas para ver. No podíamos visitarlo entero. Esta vez no veríamos el Serengeti, uno de sus parques más famosos, donde las migraciones son un evento espectacular. No nos importó no incluirlo en la ruta: “siempre hay que dejar algo sin ver para poder volver”.
Habíamos organizado un viaje completo de montaña, safari y playa. Una gran combinación para disfrutar.
Además de los desafíos habituales, tendríamos la novedad de cómo viajar internacionalmente con la «nueva normalidad» y sus restricciones con la pandemia. Y, por supuesto, nuestras restricciones alimentarias, está vez afrontándolas a casi 6.000 metros de altura.
En resumen, todo un reto, que no iba a ser fácil, pero… ¡Si quieres, puedes! Te invitamos a retomar los viajes con nosotros.
