Tras el inicio del viaje en Bakú, salimos con destino final Qabala, en las montañas. De camino pararemos en dos puntos interesantes: el mausoleo de Diri Baba y la mezquita Juma de Shamaki.

El mausoleo está aproximadamente a 1 hora de Bakú. Una vez llegas al parking, tienes que pagar la entrada, que cuesta 9 AZN por persona. Los niños entran gratis. Una vez allí, vas andando por un camino que te advierte de la presencia de serpientes y escorpiones.

Al final del camino, llegas a la parte baja del mausoleo. Para subir, tienes que firmar un consentimiento con tu nombre, te dan un casco y ya puedes visitar el complejo y las cuevas que lo rodean.

Tras subir unas cuantas escaleras, entramos al mausoleo, un pequeño edificio de dos plantas construido en el año 1402. El sobrio edificio, se construyó por un hombre que busco aquí refugio y tranquilidad totalmente aislado. El mausoleo, junto con las cuevas, se visita en apenas 15 minutos.

Volvemos por el mismo camino y aprovechamos a visitar un pequeño cementerio enfrente del parking.

Desde allí, nos dirigimos a Shamaki.

La mezquita Juma de Shamakhi se considera la primera mezquita del Cáucaso después de la mezquita de Derbent.

La entrada es gratuita. Como en el resto de mezquitas, hay que ir cubiertos tanto en piernas como hombros y las mujeres tienen que llevar pañuelo. Por supuesto, hay que descalzarse.

Esta mezquita fue reconstruída en 2013, ya que ha sido destruída por terremotos y por la guerra en 1918.

Desde aquí, continuamos por carretera durante unas dos horas, hasta llegar a Qabala. El paisaje es totalmente montañoso. Lo más conocido de Qabala es su teleférico (cuesta unos 19 AZN por persona), que lleva a pistas de esquí y a buenas vistas del valle. Nosotros simplemente visitamos el lago, donde se pueden dar paseos en barco, cenar y damos una vuelta por el pueblo, paseando con tranquilidad, para irnos a descansar a una pequeña guesthouse, que lamentablemente, fue el peor sitio donde dormimos en todo el viaje, Qabala Guest House. La habíamos cogido porque parecía sencilla pero limpia. Además en las fotos indicaba que tenía un jardín con piscina. Nada de eso. No había piscina, el jardín estaba totalmente descuidado y el apartamento viejo y sucio. Al menos, sólo pasamos una noche aquí.

En Qabala puedes hacer otras actividades totalmente diferentes como ir al parque infantil Qabalaland o disparar con Kaláshnikov (el chófer nos dijo que el coste era de unos 100 AZN por 10 disparos).

Nosotros aprovechamos para cenar en el apartamento, cenar y descansar para así el día siguiente dirigirnos hacia Sheki.