Aunque para la mayoría de los turistas el mayor atractivo de Tanzania son los safaris (en concreto, el Serengeti), en nuestro caso, era subir el Kilimanjaro. Sin embargo, no queríamos irnos de Tanzania sin, al menos, visitar algunos de sus parques con su peculiar fauna y paisajes.
Reservar un safari en Tanzania es fácil. Hay muchísimas agencias, tanto locales como internacionales. La mayoría tienen base en Moshi o Arusha.
Arusha es una ciudad de negocios, sede de numerosas empresas y agencias de safari, muchas de ellas internacionales. Moshi, cuenta también con muchas empresas especializadas en safari, aunque la mayoría se dedican a las ascensiones al Kilimanjaro.
En nuestro caso, aprovechamos a hacer la reserva con Popote, la agencia que contratamos para la subida al Kilimanjaro y que también ofrece safaris.
Decidimos hacer sólo un par de días de safari, ya que preferimos destinar más días y más presupuesto al Kilimanjaro.
Al hacer dos días, no podríamos visitar el Serengeti. En su lugar, visitaríamos el parque nacional Tarangire y el cráter Ngorongoro.
Si quieres visitar el Serengeti necesitarás, al menos, 4 días desde Arusha o Moshi, ya que las distancias son bastante largas. Además, si quieres visitar este parque, la recomendación general es hacerlo en la época de las grandes migraciones, que, desde el Serengeti hacía Kenia, tienen lugar entre abril y mayo, principalmente.
Si decides estar algún día más en la zona del Ngorongoro, puedes visitar el lago Manyara, aunque, en general, nos contaron que no era demasiado espectacular y que no hacía sombra al Tarangire y Ngorongoro.
Nosotros visitamos estos dos últimos:
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 17 días en Tanzania.