Salimos hacia Sevan desde Sanahin a las 9:00 a.m. de la mañana con el conductor con el que habíamos acordado el viaje, el dueño del guesthouse. Desde Sanahin a Alaverdi hay aproximadamente 2 horas en coche, dado el estado de la carretera y que se atraviesan montañas. Además, nos desviamos para hacer un par de visitas.

Vamos a través del Parque Nacional de Dilijan, una gran reserva de bosque y naturaleza. En el interior del parque podemos encontrar los complejos monásticos de Goshavank y Haghartsin.

La primera parada es el monasterio de Goshavank, un complejo, que fue universidad medieval con biblioteca propia en Armenia. También está rodeado de los jachkars armenios. La entrada es gratuita.

Desde Goshavank vamos al monasterio de Haghartsin.

Haghartsin, es un monasterio cuya construcción duró tres siglos (del X al XIII). La entrada también es gratuita.

Finalmente, paramos en el pueblo de Dilijan, para dar una vuelta por el casco antiguo. Un lugar tranquilo con una calle tranquila con unas casas muy bonitas.

Desde allí, continuamos hasta Sevan. Allí llegamos al guesthouse, gestionado por una familia muy simpática y agradable. Nos alojamos en un apartamento con jardín, con una pequña piscina, barbacoa, hamaca…

Aprovechamos la tarde para pasear por la ciudad e ir a un par de supermercados, para hacer la compra y tratar de encontrar productos sin gluten, sin mucho éxito. Al menos encontramos productos genéricos como leche, queso, etc. También compramos algo de ropa, ya que hay bastantes tiendas con precios muy baratos.

Paseamos por la ciudad. Un lugar curioso, que no esperábamos que no fuera así. Creíamos que sería el típico pueblo turístico. Sin embargo, es un pueblo armenio de casas antiguas de estilo comunista, poco iluminado, con algunos comercios más, pero sin una gran infraestructura hotelera, etc.

Para cenar, tratamos de hacerlo en un restaurante que nos llamó la atención. Preguntamos, si nos pueden preparar carne a la parrilla sin gluten. Hablamos en inglés con la dueña, enseñamos nuestra tarjeta en idioma armenio y todo parece ir bien. Sin embargo, cuando nos trajeron la comida, 45 minutos después, nos trajeron la carne sobre un gran pan de pita. Obviamente, siendo lo primero nuestra salud, nos marchamos de allí, y acabamos cenando en el apartamento, para descansar después.