Queríamos seguir visitando zonas de Armenia y hoy nos habíamos decidido por Geghard, la Sinfonía de piedras y Garni.

Cogemos un taxi y en menos de una hora, por una carretera no muy buena, estamos en Geghard.

Se trata de uno los monasterios más  visitados de Armenia, que forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. El complejo, excavado en la roca y rodeado de desfiladeros, fue fundado en el siglo IV por Gregorio el Iluminador.  La entrada es gratuita. Sin embargo, la parte negativa fue ver que estaba en obras en el momento de nuestra visita.

Tras visitarlo, volvimos con el mismo taxista hasta el cañón o garganta de Garni, donde se pueden ver unas formaciones de piedra muy particulares, conocidas como la Sinfonía de piedras.

La entrada cuesta 300 dram por persona y se puede recorrer andando. La ruta andando, se puede hacer en aproximadamente 45 minutos. A un lado, discurre el río Azat, al otro, laas formaciones de piedras en el lateral, con unas formas muy peculiares y bonitas.

Nosotros hicimos el recorrido de ida andando y  la vuelta la hicimos en un pequeño trenecito, que te lleva de nuevo al lugar dee partida por 500 dram por persona.

Desde allí, a unos 15 minutos en coche, llegamos al templo de Garni, uno de los monumentos más visitados de Armenia, con vistas al cañón que acababamos de visitar.

La entrada cuesta 1.500 dram por persona.

Nos gustaron todas las visitas, pero la que más nos gustó y que, además, no es uno de los lugares más visitados, fue el cañón de Garni.

Desde el templo, se puede ver el cañón que habíamos visitado previamente.

Volvimos a Ereván, para descansar. Por la tarde, aprovechamos para pasear por la zona centro y por las zonas comerciales de Ereván y para comprar algunos recuerdos y también algo de ropa, bastante más barata que en España.

Cenamos en el apartamento y descansamos para el día siguiente empezarlo con energía.