Queríamos aprovechar para descansar, así que no madrugamos, desayunamos tranquilos y recogimos todo para ponernos en marcha hacia nuestro próximo destino: Llenín, un pueblo cercano a Cangas de Onís.
Salimos a las 12:00, hora límite para dejar el bungalow. Tomamos la salida por la A8, autovía por la que transcurre la mayor parte del camino. Hasta Llenín se tardan unas 2 horas y 15 minutos.
En vez de ir directos al apartamento, nos desviamos para comer en Benia de Onís, en la Sidrería Moreno. Recomendamos llamar y reservar con antelación, como hicimos nosotros, ya que está muy cotizado. Ofrecen comida de calidad a buen precio. Y, por supuesto, con opciones aptas para celiac@s.
Después de comer, fuimos directos al apartamento Braña, que se encuentra en Llenín, a unos 15 minutos de Benia de Onís, dirección Cangas.
Lo primero que vimos, nada más bajar del coche, fueron las espectaculares vistas de los Picos de Europa. Tuvimos suerte de poder verlos totalmente despejados, ya que el resto de la semana estuvieron cubiertos por las nubes.
La casa que alquilamos, La Casina, con su cenador, tenía vistas a este maravilloso paisaje.
Llenín es un típico pueblo cántabro del interior, es pequeño, de unos 20 habitantes, y muy muy tranquilo. Ideal para desconectar y relajarse.
Una vez nos instalamos, la dueña, Sonia, una mujer encantadora y muy simpática, nos dio información y recomendaciones de rutas para los días siguientes.
En Llenín no hay tiendas ni supermercados, tampoco bares, por lo que nos acercamos a Cangas de Onís, donde está el supermercado más cercano, para hacer la compra de la semana.
Terminamos el día disfrutando de un atardecer de ensueño…
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 17 días en Asturias y Norte de León.