Tras pasar menos días de lo previsto en la zona de Pokhara, pudimos visitar con más tranquilidad Katmandú. Decidimos empezar viendo dos zonas importantes: la plaza Durbar de Katmandú y la plaza Durbar de Patan (también llamado Lalitpur).
Durbar significa «palacio» y es el lugar donde los reyes eran coronados y gobernaban.
Después del terremoto de 2015, muchos de los edificios y alrededores, de ambas plazas, quedaron afectados y están en proceso de reconstrucción. Sin embargo, a pesar de la grave catástrofe, muchos siguen en pie y se pueden visitar.
Para llegar a la plaza Durbar de Katmandú desde Thamel, fuimos andando, callejeando para disfrutar de la ciudad en toda su esencia. Lo mejor es que puedes ver la vida diaria de la gente, los pequeños comercios, los diferentes templos entre las calles, los mercados… La parte más negativa, desde nuestra opinión, es lo abarrotado y caótico de las calles, la contaminación y la suciedad…
Nosotros teníamos un pequeño listado de lugares a visitar. No pudimos verlos todos, ya que preferimos perdernos por las calles en dirección a la plaza Durbar. En cualquier caso, los compartimos contigo:
Plaza de Tahiti Tole, Templo de Nateshwar, Estupa Kathesimbhu, Nagha Bahal, Plaza Bangemudha, Templo de Ugratara, Mercado Asan Tole, Templo de Krishna, Templo de Seto Machhendranath, Indra Chowk, Itum Bahal, Templo de Nara Devi, Yatkha Bhal, Templo Chumanda…
Una vez llegamos a la plaza, encontramos una pequeña taquilla donde pagar la entrada para acceder a todo el complejo. El coste por persona es de 1.000 NPR (unos 8€). Una vez dentro, se nos acercaron continuamente locales ofreciéndonos sus servicios para hacernos de guía. Nosotros preferimos verlo por nuestra cuenta y pasear por la plaza, visitando aquellos edificios en los que se podía entrar, en el momento en el que fuímos.
La plaza y toda la zona de alrededor tiene muchos templos, palacios y otros edificios, que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Muchos de ellos datan del 1000 D.C. y muchos se han mantenido en pie hasta nuestros días… Los más representativos para ver, en función de su estado de conservación cuando la visites, son:
Templo Taleju (restringida entrada al interior a los turistas), Templo Shiva Parvati, Templo Ashok Binayak, Maju Deval, Palacio Kumari…
Después de la visita, cogimos un taxi, que por 300 NPR (unos 2€) nos llevó a la plaza del mismo nombre, pero esta vez en Patan. También se puede llegar andando, aunque nosotros habíamos preferido hacer la primera parte del día callejeando y después, con más calor, movernos en taxi.
Patan, oficialmente Ciudad Metropolitana Lalitpur, es una ciudad totalmente pegada a Katmandú. Se encuentra a unos pocos kilómetros y, entre ambas plazas, puedes llegar en taxi en unos 30 minutos.
Una vez llegamos a la plaza, buscamos un sitio donde poder comer. Teníamos apuntado un par de lugares cercanos con posibles opciones sin gluten. Lo intentamos en el primero, sin que nos pudieran ofrecer nada. En el segundo, tuvimos más suerte: Dokhaima Café.
Tras la comida, volvimos callejeando por Patan y visitamos la Plaza Durbar y el Templo Dorado. Para visitar la primera, tuvimos que pagar la entrada de 1.000 NPR (unos 8€) por persona. Además, para ver el segundo, tuvimos que pagar 50 NPR adicionales cada uno.
Pasear por la plaza merece totalmente la pena. También te recomendamos visitar el museo, en la propia plaza e incluida en el precio. Se pueden ver las salas y los patios y jardines del palacio, así como muchísimas piezas de la historia nepalí.
Vimos como muchos de las construcciones de la plaza estaban, desgraciadamente, en malas condiciones, tras el terremoto de 2015. Muchas se encontraban en estado de restauración y otras muchas apuntaladas, esperando no colapsar y ser restauradas. En cualquier caso, tras oír la gravedad del terremoto, nos sorprendimos del «buen estado» general de estas antiguas construcciones.
Desde Patan, volvimos en taxi, por unos 400 NPR (unos 3€) a Thamel, donde tras dar un paseo y tomar algo, fuimos a descansar, para al día siguiente poder seguir visitando Katmandú.
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 23 días en Nepal, Tíbet y Bután.