Moir Hut – Lava Tower – Baranco.
Distancia a recorrer: 9 kilómetros
Duración: 6 – 7 horas
Desnivel: de 4.180 msnm a 4.640 a 3.960 msnm
Tras una noche tranquila, en la que dormimos algo mejor, aunque todavía con mucho frío, nos levantamos en Moir Hut.
Seguimos el mismo ritual de días anteriores, levantándonos sobre las 6:30, desayunando tranquilos un poco de porridge y tortilla, acompañado por agua con miel y limón, para poder salir sobre las 8:00.
La ruta empezó con una fuerte subida. Tras ella, fuimos por una zona más llana para luego continuar subiendo. El primer hito era llegar hasta la zona conocida como Lava Tower, una pared a 4.600 msnn en las faldas del Kilimanjaro.
El camino hasta Lava Tower era de una subida continua de 5 kilómetros, que se nos hizo bastante dura.
Hicimos una parada para retomar fuerzas y tomar un poco de agua caliente con limón.
Durante este tramo, nos cruzamos con la gente que venía desde el campamento Shira 2, ya que en ese punto se unen la ruta Lemosho y Machame.
Finalmente, llegamos a Lava Tower, donde hicimos una parada para aclimatar mejor el cuerpo. De repente, el Kilimanjaro se veía muy cerca. Desde Lava Tower, donde hay un campamento, hay gente que inicia una peligrosa y muy empinada subida a la cumbre. Es una ruta complicada que muy pocos hacen.
Tras descansar en Lava Tower, continuamos la ruta, una bajada de casi 4 kilómetros hacía Baranco Camp. El camino de bajada fue bastante duro, ya que había mucha niebla, la visibilidad era baja y el camino estaba lleno de grandes piedras resbaladizas que esquivar.
La parte más bonita fue ver senecios, unos árboles muy particulares y característicos del Kilimanjaro.
En este momento de la ruta, Sandra lo estaba pasando peor, tanto física como anímicamente. Tratamos de mantener el ánimo en todo momento, pero no siempre fue posible ni fácil.
Tras casi 7 horas de ruta, llegamos bastante cansados a Baranco, totalmente cubiertos por la niebla.
Nada más llegar comimos y nos echamos a descansar. Nos despertamos cansados y tomamos algo de agua caliente para poder coger energía y calor, ya que hacía bastante frío y, además, estaba empezando a llover.
Al rato, vinieron, como cada día, Shani y Kelvin a nuestra tienda para hacer el briefing. Tras ver cómo habíamos pasado el día y nuestra evolución física y anímica hasta el momento, nos propusieron hacer un cambio en el itinerario, para tratar de conseguir alcanzar la cima.
Descubrimos, una vez más, como los guías tratan de conocer a las personas, su estado, sus inquietudes, su realidad… de manera continua y no sólo por lo que pueda decir un medidor de pulsaciones…
Nos propusieron hacer las rutas de los dos días siguientes en un único día. Es decir, no parar en Karanga Camp y continuar hasta el campamento base de Barafu. Y, tras llegar allí, en lugar de hacer la ascensión a medianoche, como estaba previsto (aunque un día más tarde), intentarlo un día antes, pero a las 4:00 de la madrugada.
Nos quedamos un poco sorprendidos, ya que nos parecía un reto complicado. Pero, éramos conscientes de que nos lo estaban proponiendo porque creían que era el mejor modo de que alcanzásemos la cumbre.
Lo estuvimos debatiendo con ellos y acordamos que era bueno hacerlo así, haciendo un esfuerzo extra al día siguiente y tratando luego de hacer cumbre sin pasar tanto frío al no iniciar el ascenso a medianoche sino más cerca del amanecer.
Sandra se encontraba algo desanimada, así que le pidieron que cambiara la actitud y fuese más positiva, ya que es algo fundamental y necesario para seguir adelante.
La parte mental, fue, desde nuestro punto de vista, clave durante toda la ruta y mucho más importante que la parte física.
Tras el largo briefing, cenamos algo de pasta y fruta y nos fuimos a descansar pensando en que el día siguiente sería mejor.
Para ver el itinerario completo de nuestra ruta por el Kilimanjaro, entra en Día 1 a 7: Ruta Kilimanjaro.