¿Puedes alcanzar el techo de África siendo celiaco? La respuesta es: sí, por supuesto. Con esto, no te decimos que sea fácil, pero sí posible. Supondrá una dificultad añadida a todas las que supone ascender el Kilimanjaro, pero, al conseguirlo, tendrás una satisfacción extra.
Como te contamos en Sin Gluten Tanzania Gluten Free, Tanzania no es un país fácil para los celiac@s.
Nosotros, antes de hacer la ruta al Kilimanjaro, hicimos una búsqueda, como cualquier viajero, para ver opiniones de compañías que organizan trekkings. En nuestro caso, además, tenemos que añadir el filtro «gluten free». Nos costó encontrar agencias que ofrecieran opciones sin gluten. Finalmente, buscando en TripAdvisor, dimos con Popote, en la que aparecían opiniones de algunos viajeros diciendo que la compañía «había adaptado sus platos para seguir su dieta sin gluten». Entonces, escribimos a Popote para contarles nuestra condición y necesidades.
Les preguntamos si podrían adaptar las comidas para que pudiéramos estar cómodos. Les recalcamos que no era una opción que elegíamos, sino que teníamos una enfermedad y que necesitábamos seguir la dieta sin gluten. Además, les adjuntamos nuestra tarjeta, enfatizando algunos puntos como la contaminación cruzada.
Tuvimos que cruzar varios e-mails hasta darnos cuenta de que habían entendido nuestro mensaje. Aún así, sabíamos que tendríamos que volver a repasar e insistir el mensaje estando allí. Pero nos quedamos tranquilos sabiendo que, al menos, iban a poner todo de su parte para conseguirlo.
Nuestro consejo: Pregunta las veces que sea necesario hasta que te sientas cómodo. Insiste en el tema celiaquía, ya que, en muchos sitios, conocen sólo el “sin gluten” como una moda.
Aunque nos quedamos tranquilos, siempre tratamos de tener un plan B y, por supuesto, nos llevamos en la mochila productos sin gluten desde España: batidos sustitutivos, tortas de pan, galletas, etc. También llevamos otros productos extra que sabíamos que iba a ser casi imposible encontrarlos allí, en su versión sin gluten: barritas de proteínas, gominolas, snacks, electrolitos… Estos productos son necesarios para reponer fuerzas durante toda la ruta y, en especial, durante el día del ascenso a la cumbre.
Una vez en Tanzania, el día antes de empezar el trekking, quedamos con nuestros guías para revisar la ropa y accesorios, comentar las dudas y recomendaciones… En ese momento, comentamos de nuevo las restricciones de la celiaquía. Nos ofrecieron acompañarles al supermercado para revisar la compra. Fue una gran idea, ya que vimos varios productos sin gluten que les pedimos añadieran y descartamos algunos que pensaban incluir, pero que contenían gluten.
Para nuestra sorpresa, en el supermercado había un cartel en el que ponía «Gluten Free» señalando un estante. Había muchos productos sin gluten: cereales, galletas ¡e incluso pasta! El supermercado se llama Aleem´s Supermarket y está a un par de calles del hotel donde nos alojamos, Parkview Inn.
Aprovechamos para explicarles más en detalle la celiaquía, les enseñamos cómo muchos productos tienen trazas, leímos etiquetas con ellos y, así, descartamos algunos productos que tenían pensado comprar. Les pedimos que trataran de llevar, sobre todo, productos genéricos: frutas, verduras, huevos, carne y pescado sin procesar…
Nuestro consejo: si puedes, llega al menos 1 día antes de empezar el trekking, para descansar y preparar todo. Pero, además, como seguramente quedarás con los guías para revisar todo tu equipaje, puedes hacer como nosotros y acompañarles a una tienda para revisar con ellos algunos productos de la comprar para el trekking. También, antes de viajar, puedes plantearselo, por e-mail, para que puedan organizar una visita a alguna tienda o supermercado cercano. Ten en cuenta que, una vez estés en la ruta, no hay opciones para comprar. Además, es una ocasión inmejorable para visitar las tiendas y supermercados locales con gente que conoce la ciudad.
Pero ahí no terminó todo. El primer día del trekking, tuvimos que hablar con el cocinero para explicarle todo de nuevo. Esta vez, sobre todo, queríamos enfatizar en la contaminación cruzada y en cómo cocinar. El cocinero tenía que preparar, en un espacio reducido, nuestra comida y la del resto del equipo.
Shani, uno de nuestros guías, le leyó en suajili nuestra tarjeta. Aunque entendió todo bastante bien, quiso hacer una última revisión de los productos que tenían en la cocina: nos fue preguntando, uno por uno, cuál podíamos tomar y cuál no. Dimos el visto bueno a la mayoría de ellos, descartando sólo algunos botes, sobre todo de salsas procesadas, que podían contener trazas.
Desde ese momento, salvo alguna duda puntual, todo fue bastante bien y nos prepararon comidas sencillas con productos genéricos. Para el cocinero fue complicado, ya que tuvo que cambiar las rutinas y las recetas a las que estaba acostumbrado, pero nos adaptó todo de la mejor manera posible.
Se lo tomaron tan en serio que Shani nos dijo que todo el equipo había decidido no llevar pan con gluten para reducir al máximo la contaminación cruzada.
Mantuvimos la comunicación sobre este tema con el cocinero, el camarero y los guías durante todo el viaje, algo fundamental para asegurar que todo salga bien.
Como te hemos contado, no fue fácil, pero fuimos capaces de mantener nuestra dieta sin gluten de la manera más estricta posible durante toda la ruta.
Como siempre, ¡si quieres, puedes!
A continuación compartimos algunas fotos de las comidas que nos cocinaron en la ruta y que esperamos puedan servirte como inspiración para tu próximo viaje al Kilimanjaro.
Puedes leer nuestro artículo sobre viajar sin gluten al techo de África en la web de FACE.
