La forma más habitual de llegar a Pai es desde Chiang Mai, en minivan. El día anterior, reservamos con el dueño del hostal un par de asientos. Prácticamente todos los hoteles ofrecen este trayecto a Pai. El precio habitual son 170 Bahts (unos 4€), aunque algunos alojamientos lo ofrecen más caro.
A nosotros nos vinieron a recoger al hotel. El problema fue que estuvimos casi 1 hora recorriendo Chiang Mai, recogiendo al resto pasajeros.
También puedes comprar el billete directamente en la Arcade Bus Terminal, te costará 150 Bahts (unos 4€). Pero, salvo que puedas ir andando a la estación de bus, que está lejos del centro, sale más barato cogerlo en el hotel, ya que, para llegar a la estación, tendrás que coger un songthaew que te costará 30 Bahts (0,75€).
Aunque entre Chiang Mai y Pai hay sólo unos de 130 kilómetros, el viaje dura unas 4-5 horas, porque atraviesa montañas y valles. Hay tramos muy estrechos y serpenteantes, por lo que el camino se hace bastante largo y pesado. No es un viaje recomendable si sueles marearte, porque hay muchas curvas y baches todo el camino.
Como salimos de Chiang Mai temprano, llegamos a Pai a la hora de comer.
No teníamos hotel reservado, así que nos sentamos en una cafetería con wifi, donde comimos y vimos las diferentes opciones de alojamiento en internet.
Después de comer nos dirigimos a un hotel que nos gustó, Hugga Pai, muy recomendable. Quizás fue el mejor hotel en el que nos alojamos en Tailandia, en relación calidad-precio. La noche nos costó 450 Bahts (unos 11€).
Pai es la ciudad hippie del norte de Tailandia. Es un pequeño pueblo situado a 125 km al norte de Chiang Mai. Aunque el pueblo en sí no tiene gran atractivo, es muy turístico. Está compuesto, básicamente, de restaurantes turísticos, hostales y hoteles de todo tipo, tiendas de souvenirs, agencias de turismo, agencias de alquiler de motos, tiendas de tatuajes, etc.
Si lo que buscas es ambiente joven, algo de fiesta nocturna, etc., entonces Pai es tu sitio. No es un lugar para relajarte.
Lo primero que hicimos fue alquilar una moto para ir a ver los sitios más famosos de la zona. Alquilar una moto durante 24 horas nos costó 200 Bahts (unos 5€). No necesitamos enseñar ningún carnet de conducir, eso sí, se quedaron con uno de nuestros pasaportes como garantía. En cuanto devolvimos la moto, nos lo devolvieron.
Índice
Cañón de Pai o Grand Canyon
El famoso cañón de Pai es una larga cadena de colinas cuyas cimas han sido erosionadas por las inclemencias meteorológicas, permitiendo caminar sobre ellas. Conecta la larga cadena de montañas unas con otras. En alguno de sus tramos son anchos, pero hay zonas con barrancos, por lo que hay que ir con un poco de precaución.
Si te gusta caminar o hacer trekking, puedes pasar varias horas pasando de la cima de una montaña a la otra. Eso sí, no te olvides de llevar un calzado adecuado y agua suficiente.
Es un sitio ideal para ver el atardecer. Eso sí, prepárate para estar rodeado de cientos de turistas. Es gratuito.
Junto con el cañón , hay un Buda de grandes dimensiones ubicado en lo alto de una colina. Tienes que subir un buen puñado de escalones, pero disfrutarás de unas buenas vistas. También es gratuito.
Campos de arroz y maíz
Pai tiene un precioso entorno de campos de arroz, maíz y otros cultivos. Con sus paisajes idílicos compensa el bullicio del pueblo.
Visitar la cascada Pam Bok
Una de las cosas más recomendables que hacer en Pai es bañarte en una de las muchas cascadas que hay. Estas cascadas son ideales para refrescarse después de un día caluroso.
Hay varias cascadas que puedes visitar, accesibles en moto. No esperes grandes cascadas, son pequeños y medianos saltos de agua en los que te puedes bañar. La más conocida es la cascada Namtok Mo Paeng, cerca de la aldea de Santichón.
Cerca del Grand Canyon está la cascada Pam Bok, así que decidimos ir primero a ésta.
La cascada Pam Bok se sitúa en un estrecho cañón, con salientes bajos, desde donde se salta al estanque.
Hay que andar un poco para llegar a ella, lo cual no fue fácil, ya que el terreno era resbaladizo y el puente que hay que cruzar generaba bastante desconfianza, por su mal estado.
La idea era pegarnos un chapuzón, pero finalmente no nos bañamos. El agua bajaba con mucho barro y teníamos pensado seguir visitando sitios… así que decidimos dejar el baño para la cascada Namtok Mo Paeng.
Al salir de allí, nos encontramos con un improvisado puesto de zumo de una fruta típica.
Después de este refrescante refrigerio, decidimos seguir con la ruta y dirigirnos a Santichón.
Aldea China de Santichón y El Mirador Hyun Lai
Santichón es una aldea china de lo más extravagante. Como visita es totalmente prescindible, ya que es una aldea pensada para el turismo.
Pasada la aldea, se encuentra el mirador Hyun Lai. Al salir de Santichón, hay un desvío en el camino hacia las cascada Namtok Mo Paeng. Para acceder a las vistas hay que pagar 20 Bahts (o,5€).
Allí, en el balcón, el monje que cuida el complejo nos invitó a un té. Para nosotros fue algo espectacular, ya que estábamos solos… disfrutar del silencio con esas vistas y un riquísimo té fue reconfortante.
Esta paz nos duró poco, ya que se empezó a divisar una gran tormenta a lo lejos. Al principio nos pareció algo precioso y nos quedamos como tontos mirando cómo avanzaba…
Hasta que el cielo comenzó a oscurecerse y vimos que la tormenta se dirigía a nosotros.
Salimos corriendo de allí, pero no conseguimos librarnos.
Evidentemente, no fuimos a ver la cascada Namtok Mo Paeng….
Decidimos volver a Pai, estábamos ya calados cuando bajamos a Santichón. No se veía la carretera de la lluvia, íbamos muy despacio… conducíamos por el arcén para que no nos atropellaran…
En mitad del camino, vimos un restaurante junto al arcén y pensábamos que sería buena idea parar allí hasta que dejase de llover.
Entramos, nos sentamos y pedimos un refresco… nuestra idea de quedarnos allí resguardados se truncó cuando vimos que algunos militares, que estaban comiendo allí, bastante borrachos, se fijaron en nosotros y comenzaron a hablar bastante alto sin dejar de mirarnos…
No necesitamos saber qué decían, directamente cogimos la moto bajo la lluvia y nos fuimos.
Tardamos bastante en llegar a Pai. Lo primero que hicimos, nada más llegar, fue devolver la moto. Habíamos pagado 24 horas, pero después de la experiencia, calados totalmente, se nos quitaron las ganas de volver a conducir…
Nos dirigimos a un restaurante que estuviese cubierto, y allí aprovechamos a cenar. Después nos dirigimos al hotel a darnos una ducha caliente y nos fuimos a la cama con la decisión de irnos al día siguiente a Chiang Rai.
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 18 días en Tailandia.