Teníamos una cita pendiente con los Lagos de Covadonga, uno de los principales destinos turísticos de Asturias. Nuestra intención, era subir hasta los lagos en coche, y después hacer una ruta de trekking circular de 2-3 horas por la zona. Así que nos levantamos temprano con muchas ganas (y a la vez incertidumbre de si podríamos llegar) de visitarlos.
El problema de subir a los Lagos es que hay que madrugar bastante y que la organización para entrar, desde nuestro punto de vista, deja mucho que desear.
Según habíamos leído en el folleto de la oficina de turismo, la propia web y los carteles que hay en la carretera, entre las 21:00 y 8:30 está permitida la entrada en cualquier vehículo. Sin embargo, entre las 8:30 y las 21:30 está restringida la entrada únicamente a buses de ALSA y taxis privados de una compañía concreta.
Llegamos a las 7:30 a la barrera de entrada que está junto al Santuario. La barrera estaba cerrada (en rojo) y custodiada por la guardia civil, que hacía caso omiso a las quejas de toda la gente que llegaba, a los que ordenaban darse la vuelta. Nosotros, paramos a preguntarles porqué no dejaban pasar y nos dijeron que había un cupo de 200 días coches por día, que lo leyéramos en la letra pequeña.
Bastante enfadados, nos fuimos hacía un pequeño parking donde había una gran cola de gente esperando para subir en taxi. Los taxis son compartidos, suben por 10€/adulto, te dejan estar 45 minutos y te vuelven a bajar.
Si quieres estar más de 45 minutos para hacer un trekking o simplemente porque quieres estar más tiempo visitando los Lagos, pierdes la opción de volver con el taxi, por lo que sólo podrás viajar de vuelta con el bus de ALSA por 3€ extra.
El bus es otra de los opciones. Por 9€ desde las 9:00 en adelante y cada 30 minutos (hasta las 19:00 en verano) suben y bajan. Esto es aplicable a las épocas de mayor afluencia.
Nosotros, y, por supuesto, este es nuestro punto de vista, creemos que todo estaba muy mal informado y enfocado únicamente a utilizar unos medios de transporte monopolizados. Esta misma opinión nos trasladaron en algunos de los comercios donde estuvimos y nos animaron incluso a quejarnos, como hacían ellos continuamente.
Por cierto, otra opción para entrar en coche propio, sea a la hora que sea, es estar federado en algún club de montaña.
Nosotros, aunque un tanto decepcionados y enfadados, decidimos aprovechar que estábamos allí para dar un paseo por el Santuario de Covadonga, mientras pensábamos cómo aprovechar mejor el día.
Si quieres más información para visitar este complejo o sobre los horarios de las misas, etc. puedes consultar en la web del Santuario de Covadonga.
Aunque somos optimistas, ya teníamos en mente esa mañana que quizás no pudiéramos acceder a los Lagos, así que, en ese caso teníamos varias rutas alternativas en mente. Finalmente, nos decidimos por hacer la ruta circular del Valle de Ponga. Para ello, nos dirigimos a San Juan de Beleño, a aproximadamente 50 minutos en coche desde el Santuario. Primero tomamos la carretera N-625, para luego tomar la AS-261.
Aparcamos en medio del pueblo, al lado del Centro de Interpretación de Beleño. Desde allí, enseguida encontramos un letrero con indicaciones de cómo empezar la ruta. Al ser una ruta circular, con inicio y fin en Beleño, por lo que se puede hacer en ambos sentidos. Nosotros decidimos ir hacia la izquierda, dirección hacia el desvío de Yano-Sobrefoz, en lugar de a la derecha, dirección Abiegos.
La mayor parte del camino discurre por bosques, por lo que hay bastante sombra durante el trayecto. Eso sí, en ambos casos, tendrás una subida al final de la ruta para volver a San Juan de Beleño. ¡No te librarás!.
Puedes ver nuestra ruta completa en Wikiloc.
La ruta permite desviarse para llegar hasta Yano y Sobrefoz. Este desvío es opcional e implica un tramo de subida un poco pronunciado hasta Yano, que es hasta donde llegamos nosotros, sin continuar hasta Sobrefoz. Desde Yano había unas buenas vistas del valle.
Desde Yano bajamos de nuevo al punto donde nos habíamos desviado para tomar de nuevo el camino hacia Abiegos, que discurría en su mayor parte por el bosque.
No es una ruta muy concurrida. De hecho, nosotros no nos cruzamos más que con 4-5 personas en todo el recorrido.
Finalmente llegamos a Abiegos, desde donde hay unas buenas vistas del Valle. Es un pueblo muy tranquilo donde hacer una parada para descansar. Nosotros tomamos algo en el único bar del pueblo, que cuenta con 2-3 mesas. Tras reponer fuerzas, continuamos, ya que quedaba la parte más dura de la ruta.
Desde Abiegos se puede ir por la carretera hasta Beleño, pero el trayecto es mucho más largo, además de no disfrutar tanto del entorno natural. Nosotros fuimos por el camino marcado por el bosque, bajando primero hasta el río, para después empezar a subir por una zona empinada y empedrada.
El tramo final fue muy costoso, pero, finalmente, con mucha satisfacción, completamos otra ruta llegando a Beleño.
Era la hora de comer, y tras el madrugón y la ruta estábamos hambrientos. Llamamos por teléfono a Sidrería Moreno, en Benia de Onis, donde reservábamos mesa para comer en la terraza. Tomamos unas merecidas fabes y cachopo, que nos supieron de maravilla. Comimos tarde y con mucha tranquilidad, así que, cuando acabamos, eran casi las 17:30. Desde allí, nos fuimos al apartamento de Llenín a descansar.
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 17 días en Asturias y Norte de León.