Al levantarnos, aunque estaba un poco nublado, decidimos ir a visitar una de las playas más famosas de la zona, la Playa del Silencio, y aprovechar a darnos un baño.
Desde Serantes se tardan unos 40 minutos, yendo por la A8. Siguiendo el GPS y las indicaciones de la carretera, se llega a una desviación estrecha, entre las casas. Al pasar la última casa aparece un cartel de parking. Este aparcamiento no es gratuito, cuesta 2€, pero se puede dejar allí el vehículo todo el día. Es una explanada donde dos personas del pueblo (con chaleco amarillo reflectante) organizan el espacio y cuidan de los coches.
La mayor parte del camino de bajada está asfaltado por lo que es sencillo llegar hasta esta playa.
De camino hay dos miradores para contemplar la famosa playa.
En el segundo mirador es donde está el acceso a la Playa del Silencio, a través de unas escaleras, y es desde donde se obtiene la típica imagen de postal. La verdad es que la playa es preciosa, con sus tonos de agua azul turquesa que cambian constantemente por la luz del sol.
Aunque la estampa es idílica, la playa no es de arena, es de piedrecillas y, cuando fuimos, estaba llena de algas, algo que no nos atrae mucho para bañarnos, así que no bajamos hasta la orilla.
En el mirador, en la parte opuesta a la playa, hay un camino entre la maleza. Vimos a un par de personas que venían por ese camino, no había nada indicado, pero decimos ir por él.
Cuál fue nuestra sorpresa cuando llegamos a la Playa de la Barquera, menos conocida y visitada, pero igual de espectacular.
Caminamos unos 15-20 minutos por este camino hasta que llegamos a una caseta rodeada de rocas. En el lado derecho hay una ventana natural de rocas, donde se une un río dulce con el mar, y, en el lado izquierdo, está el acceso a la Playa de la Barquera.
El acceso a esta playa es complicado. Hay que descender por unas rocas húmedas, y un poco resbaladizas, unos 3 metros, que luego hay que subir para salir de la playa, por lo que sólo recomendamos bajar si llevas buenas zapatillas o escarpines.
La playa es de piedrecitas también y la orilla está llena de rocas. No es la mejor para bañarse, pero es preciosa y más salvaje.
A pesar de no ser tan impactante como la Playa del Silencio, nos gustó mucho más. El hecho de no estar indicada y tener un acceso complicado, fue un plus para nosotros, ya que es una playa muy tranquila y sin apenas gente, algo que nos encanta. Hasta vimos cabras descansando tranquilamente en la playa.
Después de visitar estas dos joyas naturales de la costa cantábrica, comimos en el camping y, por la tarde, fuimos a visitar Luarca.
Tardamos unos 30 minutos, por la A8. En Luarca hay dos parkings públicos y gratuitos: el P1 y el P2. Están bien señalizados. Nosotros aparcamos en el P1.
Desde el aparcamiento P1 hasta el Barrio de la Pescadería, bordeando el río Negro, tardamos unos 15 minutos andando.
Paseamos por las calles del Barrio de la Pescadería, saliendo en el puerto o muelle. Desde allí subimos a la Atalaya, donde se ubica el faro y el cementerio de Luarca, y bajamos por el Barrio del Cambaral, parándonos a ver la Mesa de Mareantes y Navegantes y la vista panorámica que hay desde ahí.
Si quieres saber más sobre Luarca, visita nuestro post Qué ver en Luarca.
Después de tomarnos algo en uno de los muchos bares del muelle, nos dirigimos a Puerto de Vega, un pueblo pesquero pequeño, pero con encanto.
Se puede aparcar en la entrada del pueblo, como hicimos nosotros, o ir al parking que hay junto al Mirador de la Riba. Para ello hay que cruzar todo el pueblo, pasando el puerto, hasta una explanada muy amplia.
Visitamos el Puerto, el Paseo del Baluarte y el Mirador de la Riba, donde está el Monumento Ballenero. También se puede visitar el Museo Etnográfico Pérez Villasmil y el centro de interpretación «Historias del Mar».
Llegamos cuando empezaba a atardecer, por lo que sólo nos dio tiempo a dar un paseo por esta villa.
Si quieres saber más sobre Puerto de la Vega, visita nuestro post Qué ver en Puerto de la Vega.
Para ver el itinerario completo de nuestro viaje, entra en 17 días en Asturias y Norte de León.